La calidad y materiales empleados en el Tren Maya, el aeropuerto Felipe Ángeles y la refinería de Dos Bocas, entre otras obras públicas, podrían haber sido verificadas de forma limitada por la Secretaría de la Función Pública (SFP) ante las “insuficiencias y desgaste considerable de las herramientas” con que su Unidad de Auditoria a Contrataciones Públicas realiza estas tareas.

De acuerdo con la ficha técnica Materiales y Bienes para Laboratorio Móvil que la dependencia presentó a la Unidad de Inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el pasado 30 de noviembre de 2020, las condiciones de estas herramientas impiden resultados confiables que permitan “garantizar el cumplimiento de las normas aplicables a las especificaciones generales y particulares convenidas en los contratos de obra pública”.

Incluso reconoce que debido a la cantidad de ensayes que se realizan en las diferentes áreas, como concreto, asfalto, acero y terracerías, la vida útil de estas herramientas “se ha reducido al grado de no ser operables e insuficientes”.

El documento, obtenido por EL UNIVERSAL, detalla que la Función Pública, a través de la Unidad de Auditoría a Contrataciones Públicas, tiene la atribución de ordenar y realizar en forma directa, o a través de especialistas externos, auditorías, visitas de inspección y verificaciones de calidad a las obras públicas y servicios relacionados con las mismas.

“Con el fin de promover un ejercicio eficiente del presupuesto, fortaleciendo los programas prioritarios de la secretaria, asumiendo la responsabilidad de auditar la gestión y obra pública para garantizar la calidad de esas auditorias, la secretaria se enfoca a las áreas más vulnerables a la corrupción”.

Las verificaciones de calidad a las obras públicas son un conjunto de actividades que permiten comprobar que los conceptos de obra han cumplido con las especificaciones del proyecto.

También permiten ratificar o no la aceptación, rechazo o corrección de cada uno de ellas, contrastando los resultados obtenidos por el laboratorio de control de calidad del contratista o de la dependencia o entidad, contra los obtenidos por el laboratorio de verificación de la secretaria.

La dependencia dispone de tres laboratorios móviles, los cuales iniciaron su operación en 2018 y aun cuando han tenido una importante participación en los actos de fiscalización de la calidad de las obras públicas que se realizan con recursos federales, “el uso constante del equipo, herramienta y material, así como insumos que se utilizan en las verificaciones de calidad de los materiales de construcción utilizado en las obras públicas, han sufrido desgaste considerable al grado de ser inoperables e insuficientes”.

De acuerdo con el programa anual de trabajo de la SFP —para verificar obras— este año tiene asignados 176 actos de fiscalización, de las cuales la mayor actividad se concentra en comunicaciones y transportes, con 89; en salud, 41, y en energía, 17.

Hasta ahora las obras públicas más importantes de esta administración son el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya y la nueva refinería de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco.

La UACP tiene la obligación de verificar la calidad de los materiales utilizados en las obras públicas a través de ensayes y muestreos de ocho normas mexicanas en concreto; 12 para asfaltos; ocho para geotécnica; dos para acero, y cinco para agregados.

La Función Pública subraya que, para comprobar la calidad de las obras públicas, es necesario tener en los laboratorios de calidad las herramientas e insumos necesarios “para constatar documentalmente que el contratista o la dependencia hayan cumplido con los estándares de calidad solicitados”.

Este año, la dependencia tiene asignado un presupuesto de 166.6 millones de pesos para la fiscalización de la gestión pública.

El proyecto de Materiales y Bienes para Laboratorio Móvil, con clave de cartera 21272080001, tiene 0% de avance físico al primer trimestre de 2021.

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