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Las refinerías de México están llegando casi a su límite.

En los próximos 15 años y a pesar de las millonarias inversiones y alianzas —con empresas privadas— que se pretenden realizar para modernizar y elevar su productividad como parte de la Reforma Energética, los seis complejos que opera Pemex apenas tendrán capacidad para entregar seis de cada 10 litros de gasolina Magna y Premium a consumirse en el país entre 2018 y 2031.

En el caso del diesel, el Sistema Nacional de Refinación —integrado por los complejos de Tula, Cadereyta, Salina Cruz, Madero, Minatitlán y Salamanca— alcanzarán a cubrir 84% de la demanda. El resto será cubierto con importaciones, esquema que se usará también en gasolinas.

Las proyecciones con las que espera cerrar la administración plantean que “aun con las inversiones en capacidad de refinación, la producción seguirá siendo deficitaria”.

Gran parte del problema, de acuerdo con fuentes del sector, es que la mayor parte de los proyectos o programas de inversión para modernizar refinerías están rezagados por limitaciones presupuestales.

Por tipo de combustible, se espera que la demanda de gasolinas siga en niveles superiores a la oferta interna, de acuerdo con la prospectiva de Petróleo Crudo y Petrolíferos 2017-2031 de la Secretaría de Energía.

La dependencia, encargada de la política energética de México, plantea que el déficit de gasolinas en su tipo Magna y Premium pase de 500.6 mil barriles diarios a 356.2 mil barriles, una reducción de 33.3% “al final de este lapso”.

Sin embargo, reconocen que en los próximos 15 años sólo las importaciones de gasolina serán en promedio 30.8% de la demanda interna.

En diesel, sólo es posible esperar que en 2026 exista capacidad para cubrir 100% de la demanda, en el resto de los años de ese periodo, seguirán el déficit ante el consumo.

Riesgo de ser importador. En el diagnóstico sobre el nuevo modelo de producción de petrolíferos y petroquímicos, el gobierno planteaba en 2013 que “hace 15 años, México importaba 25% de las gasolinas. En contraste, 49% de la gasolina que se consumió en el país en 2012 provino del exterior. Esta situación ponía a México en riesgo de convertirse en un importador, a pesar de contar con recursos de hidrocarburos”.

Hoy se pronostica que 30% de las gasolinas a consumirse en los próximos 15 años sigan importándose.

Hasta ahora, el gobierno federal a través de Pemex mantiene inversiones por casi 330 mil millones de pesos para el mantenimiento de la capacidad de producción de las refinerías de Tula, Salamanca, Cadereyta, Minatitlán, Madero y Salina Cruz.

Las inversiones proyectadas para el Sistema Nacional de Refinación buscam incrementar la producción de petrolíferos, específicamente los destilados ligeros e intermedios.

“Como resultado de las reconfiguraciones e incrementos de capacidad en los procesos, se espera elevar la producción de gasolina y diesel de Ultra Bajo Azufre (UBA) a una tasa anual de 4.2% en promedio para los próximos 15 años, aunque insuficientes para cubrir la demanda.

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