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La economía mexicana retrocedió en el séptimo mes del año, producto de la disminución en las tres grandes divisiones que la comprenden, de acuerdo con los datos más recientes dados a conocer por el Inegi.

El Indicador Global de la Actividad Económica, considerado un aproximado mensual del comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB), cayó 0.7% en términos reales durante julio frente al mes precedente, con cifras ajustadas por estacionalidad.

El resultado confirmó la materialización de los riesgos en el sector servicios que por sí solo representa dos terceras partes del PIB, por lo que se anticipa un bajo crecimiento económico para el tercer trimestre de 2017, comentó Mariana Ramírez, analista económica del grupo financiero Ve por Más.

Por grandes grupos de actividades, las agropecuarias presentaron un descenso mensual de 1.6%, luego del alza de 4.2% un mes antes.

En actividades industriales, relacionadas con minería, construcción y manufactura, reportaron una baja de 1% mensual, cuando un mes antes se mantuvo en terreno positivo, con una tasa marginal de 0.01%. El retroceso fue explicado por la fuerte caída de 2.1% en la construcción y la disminución de 1.4% en la minería.

Finalmente, las actividades terciarias, ligadas al comercio, transporte y servicios, bajaron 0.1% en el séptimo mes de 2017 respecto al mes previo, tras cinco meses de alzas.

En términos anuales, el Indicador Global de Actividad Económica aumentó 1.3% en julio con relación a igual mes de 2016, la tasa más baja desde abril del año pasado.

Con estos resultados, la economía acumula un crecimiento en los primeros siete meses del año de 2%, tasa inferior al 2.1% reportado en el mismo periodo del año anterior.

Los analistas coinciden en que persisten riesgos que derivarán en un menor dinamismo económico. En particular, se espera una desaceleración marginal del consumo privado ante la trayectoria ascendente de la inflación, lo cual se compensará parcialmente por el empleo, así como del crédito bancario al sector privado; no obstante, el gasto interno continuará siendo uno de los principales motores de crecimiento del PIB, comentó Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte-Ixe.

De igual forma, es probable que el esfuerzo de consolidación fiscal que ha implementado el gobierno federal continúe reflejándose en una fuerte disminución de los proyectos de infraestructura pública, agregó.

De los lamentables fenómenos naturales en septiembre que han impactado a varios estados, Mariana Ramírez considera que serán un elemento adicional de afectación.

Sin embargo, al cuarto trimestre de 2017 advierte que al iniciar la reconstrucción y la inyección de recursos como el Fonden, se contrarrestará el impacto negativo al PIB.

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