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A casi un mes de llegar la fecha límite para que la nueva Bolsa Institucional de Valores (BIVA) inicie operaciones en México y emerja como la segunda institución financiera de su tipo, en el mercado hay incertidumbre y polémica sobre el impacto negativo para algunos de los principales participantes del sector: las casas de bolsa.

Las elecciones del próximo 1 de junio en México y las posiciones expresadas por el candidato Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sobre temas empresariales, incrementan la incertidumbre para el arranque de la nueva bolsa, porque tanto en el entorno local como internacional existen factores en su contra.

BIVA descarta que el próximo presidente del país o algunos candidatos como Andrés Manuel López Obrador consideren necesario revisar la concesión para la empresa, la cual fue entregada por el actual gobierno priísta, no obstante ninguno de los aspirantes se ha pronunciado sobre el tema.

Hasta ahora, el principal hecho confirmado es que cuatro casas de bolsa han comunicado a que no se conectarán a los sistemas de BIVA, confirmó la nueva bolsa. Tras este hecho, las razones expuestas por analistas y expertos apuntan a que las casas de bolsa recibieron un aumento importante en sus costos.

BIVA asegura que entrará en operaciones el próximo 1 de julio y ha buscado la asistencia del presidente Enrique Peña Nieto, pero también prevé que el candidato ganador de la elección se reúna con ellos para dar el banderazo de salida al nuevo jugador en el sistema financiero mexicano.

Las casas de bolsa se vieron obligadas por las autoridades a costear parte de la llegada del nuevo jugador, pero el problema consiste en que los gastos ni siquiera están en moneda nacional sino en dólares, un factor negativo adicional en medio de la incertidumbre y volatilidad en México frente a diversos factores macroeconómicos.

Los márgenes de ganancia y rentabilidad de la inversión inicial de las casas de bolsa todavía no es clara, explican expertos, pero el problema se extienden más allá del tema del dinero.

Los vínculos. En entrevista con EL UNIVERSAL, BIVA informó que la decisión de las cuatro casas de bolsa para rechazar la conexión a sus sistemas no está vinculada con el tema de costos, sino con una estrategia operativa de las casas de bolsa, porque incluso éstas no estaban conectadas anteriormente a la BMV.

La principal preocupación para expertos en el mercado mexicano han sido los retrasos constantes de BIVA para iniciar operaciones y ahora también hay dudas sobre que la nueva bolsa pueda iniciar operaciones para el próximo 23 de julio como está estipulado en la Circular Única de Casas de Bolsa.

En marzo de este 2018, la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) en un documento titulado Resolución que modifica las disposiciones de carácter general aplicables a las casas de bolsa ordenó que a más tardar el 23 de julio de este año se deben cumplir con una veintena de artículos de la Circular Única de Casas de Bolsa.

Otra de las críticas a BIVA es el reciente cambio de su director general, Fernando Pérez, quien fue sustituido por María Ariza en el cargo. La nueva directora era antes del nombramiento la titular general de la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap), sin embargo, los expertos señalan que el movimiento abona a la incertidumbre.

La confidencialidad evitó que BIVA pueda dar los nombres de las casas de bolsa que han decidido no conectarse a su red, pero la institución asegura que no son las más pequeñas, porque hay una firma de gran capitalización.

Hasta el 6 de junio de 2018, BIVA confirmó que había conectado 31 casas de bolsa a sus sistemas y este lunes inician las pruebas gremiales al cierre del mercado, porque es necesario la participación de la BMV. Las pruebas gremiales incluyen a los diferentes actores que hacen posible la funcionalidad del mercado, incluido Indeval y otros organismos de la BMV.

Las percepciones. Fernando Pérez, actual accionista y ex director de BIVA, aseguró que la fecha para el arranque de la nueva bolsa sigue lista para el próximo 23 de julio y comentó que “de las 35 casas, hay cuatro que tienen un modelo acotado de licencias, no tienen autorización de conectarse a la BMV, pero ya hay 30 casas conectadas a la red bursátil”.

Para el directivo es falso que las casas de bolsa estén en problemas o hayan enfrentado costos excesivamente altos para conectarse a la red, aunque reconoce que los gastos no son “nada despreciables”. Aclaró que las cuatro casas de bolsa en cuestión estarán conectadas a través de un tercero a la red bursátil y una se mantiene en análisis de su situación.

Sin dar cifras precisas, Pérez dice que la inversión de cada casa de bolsa fue desde “decenas de miles de dólares para conexiones sencillas y un par de cientos de miles [de dólares]” para otras.

Sobre una posible revisión de la concesión otorgada por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a BIVA, Fernando Pérez dice que la empresa es totalmente apartidista, por lo que no cree que haya nada que revisar, porque no fue ni por concurso ni contratos, ni reciben beneficios o algo de parte del gobierno.

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