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De enero a octubre, la importación de autos usados provenientes de Estados Unidos bajó 21.5%, para ubicarse en 100 mil 317 unidades, es decir, 27 mil 545 vehículos menos en comparación con el mismo periodo de 2016, según cifras de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).

Esta es la cifra de importación más baja desde que se permitió la entrada de estos vehículos en agosto de 2005.

El volumen más alto de importación de autos usados para un periodo enero-octubre se alcanzó en 2006, cuando se internaron un millón 282 mil 990 unidades. Sin embargo, disminuyó gradualmente hasta ubicarse en 100 mil 317 unidades este año.

“Esta internación fue equivalente a 8.2% de los automotores comercializados a octubre de 2017”, dijo Guillermo Rosales Zárate, director adjunto de AMDA.

Los distribuidores estiman que al cierre de 2017 se habrá importado un total de 110 mil autos usados.

AMDA destacó que la importación de seminuevos llegó a representar hasta 150% de las unidades nuevas vendidas en 2006, cuando se comercializaron un millón 197 mil 707 autos usados extranjeros contra 799 mil 676 nuevos.

Y pese a que la importación de autos usados bajó, los distribuidores advirtieron de prácticas encaminadas a evadir las reglas del SAT.

“Estamos proponiendo nuevas modificaciones para evitar la emisión de certificados de gases contaminantes sin la realización de las pruebas, así como la modificación de los títulos de propiedad de vehículos catalogados como pérdida total”, indicó AMDA en un reporte.

Asimismo, señalaron que en los últimos meses creció la importación, comercialización y circulación de vehículos usados ilegales, así como organizaciones políticas como la Unión Campesina Democrática, la Asociación Nacional para la Protección de los Mexicanos (Anapromex) y la Organización Nacional de Protección al Patrimonio Familiar (Onappafa) para presionar a los gobiernos federal y estatales para lograr la regularización de autos ilegales.

“Hemos emprendido acciones como el envío de comunicados a los gobernadores fronterizos exigiendo su actuación, así como la realización de conferencias de prensa para informar a la sociedad de los riesgos de adquirir estos vehículos”, agregó.

Los autos ilegales o chocolate son los que los mexicanos o extranjeros traen a México bajo el argumento del libre tránsito, pero que ya no regresan a EU, lo cual no es una importación ilegal, pero sí una internación que se convierte en un acto ilícito.

Según la Unión Independiente de Vendedores de Autos y Camiones (UIVAC), la venta de vehículos usados importados ha caído 50% debido a los precios inflados por el tipo de cambio peso-dólar, por lo que los clientes ahora prefieren comprar un vehículo nuevo.

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