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SUV, CUV o camioneta son términos que intentan definir a la nueva Audi RSQ8 . Sin embargo, la realidad es que se trata de un concepto completamente distinto a lo ofrecido en nuestro país anteriormente.
Su diseño, capacidades mecánicas, nivel de tecnología y equipamiento digno de un auto de lujo lo califican como un producto tan único como fascinante.
Esta semana fue presentada en México y a pesar de costar más de 2.6 millones de pesos, podemos asegurar que vale cada uno de esos centavos. Lo afirmamos luego de manejarla en condiciones de pista y carretera; ambientes que domina como pocos autos en la actualidad.
Para dimensionar la maravilla que supone la existencia de la Audi RSQ8 en nuestros tiempos, hay que tomar en cuenta las tendencias de “downsizing” en los motores, la priorización del rendimiento de combustible en los autos modernos y la disminución de vehículos deportivos en los portafolios de las marcas.
Ante este este escenario, Audi propone la utilización de un V8 biturbo de 4.0 litros que genera 600 caballos de fuerza y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 3.8 segundos (cifra descomunal para un auto de dos toneladas y medio de peso).
Este motor, además de consumir gasolina de manera grosera, genera uno de los sonidos más deleitantes para un amante de la velocidad. Es una mezcla entre tonos graves que intimidan a los alrededores y un fuerte volumen, propio de un auto de carreras.
Dicho rugido se presenta en dos condiciones principalmente: cuando se acelera de cero hacia altas velocidades y cuando aplastamos con fuerza el acelerador una vez encaminada. En esta segunda exhibición es impresionante cómo los números que se registran en el tablero digital fluctúan con rapidez. Podemos ir manejando a 130 kilómetros por hora y en cuestión de segundos, sin mayor tribulación, nos hallamos a 210 kilómetros por hora.
La capacidad de llegar a altas velocidades con facilidad puede ser encontrada en algunos modelos disponibles en el mercado de la actualidad. Sin embargo, llegar a 280 kilómetros por hora en carretera y hacer sentir al conductor y pasajeros que viajan de manera segura, es algo que quizá solo el Porsche Taycan y la nueva Audi RSQ8 pueden conseguir.
Es tan equilibrada la capacidad de acelerar, de tomar curvas y de no sentirse inestable lo que ayudaron a este modelo a conseguir el récord de pista para una SUV en el Nürburgring. Lo hizo además cinco segundos más rápido que la Lamborghini Urus y 12 segundos por debajo del tiempo registrado por la Mercedes-AMG GLC 63.
Los espacios abiertos nos son el único terreno que domina la Audi RSQ8. En nuestra experiencia de manejo, pudimos someterla al “maltrato” de un circuito cerrado que el propio equipo de la marca alemana trazó.
En estos ejercicios, pudimos ver cómo esta SUV encuentra maneras para entrar de manera precisa a las curvas, cómo la dirección se endurece para obedecer nuestros deseos y cómo el motor logra mantener la inercia de aceleración a pesar de los cambios entre freno y pedal.
Debo admitir que las capacidades de la RSQ8 dominar un trazado tan “ratonero” como el que manejamos me dejó boquiabierto.
Más allá de las virtudes de desempeño, la Audi RSQ8 es una fascinante concentración de tecnología que influye positivamente en el manejo y de la misma manera en la experiencia de comodidad.
Además de la capacidad de transformarse de un vehículo familiar a un tanque deportivo, la nueva RSQ8 es todo un espectáculo en función de las amenidades tecnológicas.
En total, hallamos tres pantallas en el interior de esta SUV y además, al tomar asiento, uno se posiciona en un espacio donde el lujo está presente en cada rincón. Entre los páneles que combinan piel y aluminio o fibra de carbono (según la configuración), encontramos detalles que solo son propios de un vehículo de alto lujo alemán.
Además, las amenidades van desde la presencia de Apple CarPlay de manera inalámbrica, hasta la instalación de un sistema aromático que dispersa un perfume agradable por el interior del auto a gusto del conductor.
Es tan elevado el nivel de equipamiento de la Audi RSQ8 que elementos tan decadentes como asientos masajeadores o sistema de sonido Bang & Olufsen se toman por sentado entre las capacidades de un auto.
Al leer los datos de desempeño de este modelo, es fácil pensar que se pierden sus características de comodidad. Sin embargo, bajo la configuración de manejo “normal” y “comfort”, se disfruta un paseo sin sobresaltos y con un enorme espacio para las piernas en los asientos traseros.
Es sorprendente la comodidad de la que uno goza al sentarse en la segunda fila, pues además de poder estirar las piernas sin molestar el respaldo del conductor o copiloto, la posición de estos asientos es sumamente agradable.
Esta concentración de tecnología y desempeño tiene un costo elevado y al más puro estilo de Porsche, marca en los 2.6 millones de pesos su precio de referencia, pues la cantidad de accesorios y configuraciones individuales pueden elevar el precio de la RSQ8 hasta los 3.7 millones de pesos .
Este modelo ya está disponible en nuestro mercado y desde muchos puntos de vista es un lujo que pocos se pueden dar. Sin embargo, es también una oportunidad de adquirir uno de los mejores desarrollos automotrices de los últimos años y uno de los últimos ejemplares en seguir el camino del poder generado desde un poderoso motor de gasolina.
