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Tuxtla Gutiérrez, Chis.— Después de cuatro meses que se instalaron en la plaza central de Tuxtla Gutiérrez en demanda de la abrogación de la reforma educativa, los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) levantaron el campamento, para que 99 mil docentes (según las actas de consulta) regresen a clases el próximo lunes.

El secretario general de la Sección 7 de la CNTE, Manuel de Jesús Mendoza Vázquez, aseguró que el magisterio no se va derrotado, después de cuatro meses de paro.

La determinación se acordó después de una consulta que se llevó a cabo entre 99 mil maestros que estaban sin ir a clases desde el 15 de mayo, donde 266 delegaciones votaron por volver a la aulas y 191 en contra. Fueron 159 delegaciones las que no tuvieron consenso.

Votaron maestros de 40 regiones, para finalmente conseguir la salida política al conflicto magisterial.

Los integrantes de la CNTE de la Sección 7 que se encontraban en los alrededores de palacio de gobierno y alcaldía, fueron los primeros en cortar las cuerdas que sostenían las carpas, para retirar plásticos, cobijas, colchones, tarimas de madera y enseres que usaron durante 124 días para protegerse del frío y la lluvia.

Objetos que no pudieron llevarse los maestros, como colchones, sábanas y plásticos, procedieron a apilarlos en la plancha de la plaza, donde les prendieron fuego. Varias personas llegaron con carretillas para rescatar madera, trastos y plásticos.

La dirigencia de la Coordinadora canceló una conferencia que tenía programada a las 9:00 horas, porque se dijo, “no había condiciones de seguridad” para sus dirigentes.

Los inconformes. Los maestros de la Sección 40 de la CNTE que votaron mayoritariamente por continuar con el paro estaban molestos por la resolución que ponía fin al movimiento que iniciaron el 15 de mayo pasado.

Después de unas horas, integrantes de la Sección 40 que se ubicaban principalmente sobre unas siete calles de la Avenida Central, se retiraron.

Antes de irse, criticaron que “los charros” de la Sección 7 hayan levantado el plantón y aseguraron que no se irán “en desbandada”, ya que tienen que acordar los términos para retirarse de la capital de Chiapas.

Elizabeth Hernández, del Comité Estatal Democrático de Padres de Familia, aclaró que terminar el campamento no significa el fin de movimiento, sino “un receso temporal, que nos damos para construir nuevas estrategias de lucha, que nos permitan seguir exigiendo la abrogación de la mal llamada reforma educativa”.

Reconoció que los cuatro meses de paro no fueron suficientes para conseguir la abrogación de la reforma educativa, pero hay un “pacto político” con el gobierno federal y estatal, que comprende 11 puntos y que en las movilizaciones que vienen “exigiremos su cumplimiento cabal”, dijo.

A partir del lunes, día en que regresan a las aulas, los maestros se han fijado “construir procesos de unidad y concientización”, que permitan rechazar condicionamientos del gobierno respecto a la abrogación de la
reforma educativa.

Una maestra de la Sección 40 aseguró que lo único que les queda es “salir a votar en 2018” por un gobierno diferente, “para que no manipulen nuestras decisiones”.

El vocero de la CNTE, Hugo Alvarado, dijo que decidieron retirarse por el compromiso que hizo el gobierno federal en la mesa de negociaciones, proceso al que consideró como “difícil”, y lamentó que algunos sectores descalifiquen el fin del movimiento. Para el secretario de Educación en Chiapas, Roberto Domínguez Castellanos, pese al paro, 80% de las escuelas en Chiapas funcionaban.

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