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La inauguración del Centro de Protección Internacional para Adolescentes en el Camino, hecha ayer por el padre Alejandro Solalinde en la calle de Axopilco en la delegación Azcapotzalco, registró un altercado entre dos vecinos, quienes se golpearon por disentir en la apertura del albergue que congrega a 25 jóvenes de entre 14 y 17 años procedentes de Centroamérica.

Durante la inauguración, que se hizo a puertas abiertas y en la que estaba presente Cuauhtémoc Cárdenas como invitado especial, vecinos comenzaron a gritar que no estaban de acuerdo con la apertura de la casa para jóvenes migrantes porque era un foco de vicios y de violencia.

“Tú, Cuauhtémoc Cárdenas, que eres dueño de la mitad de Michoacán por qué no te los llevas? Tú que eres millonario”, gritó Mauro Saucedo de 63 años y vecino del lugar desde hace 33.

“Hágamela buena”, respondió Cárdenas. Un joven, que estaba junto al vecino inconforme y que se identificó también como residente de la calle, pero a favor de la apertura del albergue, comenzó a increpar al señor hasta que le soltó un puñetazo en la cara.

El sujeto del cabello cano le respondió con golpes hasta que lo tiró al suelo y lo pateó, entre el intento de la gente por separarlos.

Una vez que lograron detener la pelea los encargados del albergue decidieron trasladar el acto al interior del inmueble y a puerta cerrada.

Ya dentro del centro para adolescentes, el padre Solalinde expresó que rescindirían lo más pronto posible el contrato y que se irían de ahí porque no tenían ni la bendición de la jerarquía católica a los que invitaron ni la anuencia de algunos vecinos.

“Los vecinos no tienen la culpa, vivimos en un país paranoico y tienen razón de tener miedo”, comentó el padre Solalinde.

Pese a que es el encargado de administrar el albergue en Ixtepec, Oaxaca, aseguró que se irían en cuanto fuera posible del lugar. Los jóvenes que dieron su testimonio frente a los invitados pidieron a los vecinos que les dejaran demostrar que lo que ellos pensaban no era cierto.

Los colaboradores de Solalinde también hablaban del trabajo del albergue a futuro, como si éste fuera a quedarse en esa ubicación de manera permanente.

La casa para adolescentes de Azcapotzalco fue en realidad un traslado de Oaxaca a la Ciudad de México por el aumento de la población migrante.

“Tememos que al venir gente sin papeles incremente la violencia y la delincuencia. Suficiente tenemos con los mexicanos y ahora nos traen de otras nacionalidades”, dijo Mauro Saucedo, quien aseguró que nadie les informó de la apertura de ese centro hasta el día de ayer.

Otra de las preocupaciones de los vecinos es que la casa para jóvenes migrantes es la parte trasera de una escuela primaria y sólo los divide una pequeña barda.

El religioso, quien ha dedicado parte de su trabajo a la protección de los derechos de los migrantes, explicó que los jóvenes que llegaron a Azcapotzalco no fuman, no toman y no se drogan, porque ya vienen de una estancia larga en Ixtepec.

Refirió que para el traslado de los menores tuvo que pedir auxilio de un camión del DIF para llevarlos a la Ciudad de México, de 50 jóvenes que estaban en Oaxaca.

“Las instituciones a nivel estatal no daban para el desafío que teníamos, es por eso que decidimos el traslado. Lamento que 25 de los muchachos hayan decidido seguir su camino rumbo a Estados Unidos para encontrarse con sus familiares”, refirió.

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