Gabriel Quadri, ex candidato presidencial del Partido Nueva Alianza

(Panal), publicó el martes pasado a través de la red social de Twitter una foto en la que se aprecian dos coches de la casa italiana Alfa Romeo . Debido a la exclusividad de sus autos deportivos, la empresa sólo cuenta con una decena de agencias distribuidoras en el país.

A la pregunta de uno de los usuarios sobre “cómo le habían salido [los Alfa Romeo]”, el también ecologista respondió con la palabra “deliciosos”.

El Alfa Romeo "delicioso" de Quadri
El Alfa Romeo "delicioso" de Quadri

En entrevista telefónica, Quadri dijo a EL UNIVERSAL que uno de los carros era suyo, pero prefirió no decir cual.

“A mí me gustan mucho los coches Alfa Romeo, yo tengo uno y por casualidad quedó junto a otro y creo que es algo relativamente insólito”, explicó.

Esta no es la primera vez que Quadri comparte su gusto por la marca de lujo, ya que en por lo menos en dos ocasiones ha aceptado públicamente ser dueño de un Alfa Romeo Giulietta 2015. El 20 de mayo del año pasado, en medio de una discusión en redes sociales, el ex candidato aseguró que para hacerse del vehículo, él ha estudiado y trabajado toda su vida.

EL UNIVERSAL preguntó si en la foto, su coche era el de la izquierda o el de la derecha: “No tengo por qué decir exactamente cuál es y cuáles son las placas”, contestó. Actualmente, el precio de lista de un Giulietta asciende a los 607 mil 900 pesos, cantidad equivalente a 7 mil 595 salarios mínimos.

Hay otros casos de políticos aficionados a los coches de lujo.

En abril del 2012, EL UNIVERSAL publicó que Francisco Gerardo Martínez Pastelín, contralmirante de la Marina , tenía un Ferrari Spider valuado en 2 millones y medio de pesos. El marino, que se desempeñaba como jefe de ayudantes en la dependencia, no reconoció el vehículo y dos años más tarde fue exonerado por la Secretaría de la Función Pública (SFP) . A Martínez Pastelín no se le procesó por enriquecimiento ilícito.

En junio del 2013, otro Ferrari se convirtió en el centro de atención. José Manuel Sáiz Pineda, quien fuera secretario de Finanzas en Tabasco durante la gestión de Andrés Granier (2007-2012), adquirió un F430 color rojo con un precio cercano a los 5 millones de pesos. A los pocos días, el ex tesorero fue detenido y enviado a prisión, donde permanece acusado de lavado de dinero. Incluso, una corte del sur de Texas en Estados Unidos le imputa haber 'lavado' recursos de procedencia ilícita.

Alfonso Navarrete Prida, secretario de Trabajo y Previsión Social

, también se vio envuelto en la polémica ese mismo año. Al hacer públicas sus declaraciones patrimoniales, Navarrete Prida declaró siete automóviles; entre ellos, un Jaguar 1960, un BMW y un Mercedez Benz.

Víctima de las críticas, el secretario redactó una carta en la que aclaró el origen de sus coches. Señaló que el Jaguar 1960 no es un “clásico”, sino un vehículo propio del deshuesadero que compró para ayudar a un amigo. A la vez, dijo que pidió un crédito a 24 meses para poder hacerse del BMW.

Un caso más reciente es el de el ex presidente de la Cámara de Diputados, el priísta Heliodoro Díaz Escárraga, quien en diciembre del 2014 compartió una foto en Facebook de su hijo a bordo de un Porsche amarillo.

El entonces delegado para la región sur del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) escribió lo siguiente: “Qué bien que Santa Claus te llevó mi regalo, m'hijo. Cuídalo, eh”. Este desliz provocó que poco después, Díaz Escárraga rectificara al aducir que lo del coche había sido “una broma que se tomó como cierta”.

El funcionario terminó por renunciar a su cargo.

afcl/ml

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