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El festejo no se hizo esperar. La tensión por más de cinco horas, por la ausencia de resultados de la autoridad electoral se acrecentaba en los cuartos de guerra de los candidatos.

Al escuchar que Miguel Ángel Yunes Linares aventajaba en el conteo rápido, la casa de campaña del panista estalló de alegría.

Los gritos de: “¡Sí se pudo!, ¡sí se pudo!, ¡sí se pudo!,” retumbaron en todo el municipio de Boca del Río y la alternancia, después de 86 años de priísmo, se asomó por un rinconcito.

Con una sonrisa que no le cabía en el rostro, Yunes Linares fue directo: “Hoy le ganamos las elecciones al PRI. Esta fecha es histórica para Veracruz, derrotamos no sólo a un partido, sino a un sistema corrupto”.

El priísta Héctor Yunes se quedó con las ganas de festejar. Primero había anunciado que distintas encuestas lo daban como ganador, con una ventaja de entre 4% y 8% que eran “irreversibles”; sin embargo, conforme fueron pasando las horas, la resignación se apoderó de los militantes del tricolor.

El festejo que tenían programado en la sede estatal del PRI quedó desierto, todos los miembros que llegaron pensando en el festejo por el triunfo tricolor bajaron las banderas y uno a uno se retiraron. Héctor Yunes nunca llegó.

Después de las seis de la tarde, Héctor Yunes fue el primero en salir. Su equipo citó a la prensa en un hotel para dar un mensaje. Sólo esperaban los resultados de algunas casas encuestadoras.

Salió por la puerta de atrás del salón hacia el enorme escenario en el que dio su mensaje. A su espalda estaba la leyenda: “¡Ganamos, gracias Veracruz! Héctor Yunes Landa gobernador 2016-2018”, que quedó en el olvido.

Los candidatos sabían lo que vale este gobierno aunque solamente dure dos años. En juego casi 6 millones de votos, ningún abanderado otorgó ventaja a sus adversarios e ignoraron el llamado de las autoridades electorales para que no hubiera madruguetes. Después de las seis de la tarde salieron a declararse ganadores.

Una elección con acusaciones de guerra sucia, riquezas inexplicables, pederastia, audios y filtraciones en redes sociales. “La gubernatura que dividió a una familia”, aceptaron ambos equipos al ser los Yunes primos hermanos.

Cuitláhuac García, apoyado por Andrés Manuel López Obrador, sorprendió al subir el voto de Morena. Rebasó a los dos Yunes y en la última encuesta de EL UNIVERSAL y terminó un punto arriba de sus más cercanos adversarios. “Duarte lo infló y se le salió de control”, dijeron en el búnker de Yunes Landa.

Ayer, el festejo con confeti y matracas que se tenían preparadas en tres sedes distintas, sólo salieron en la amarilla y blanquiazul.

Veracruz fue el rinconcito en donde hicieron su nido los actos de violencia, intimidación, declaración de ganadores, la elección que fracturó a una familia y una alternancia que se asoma en la Villa Rica.

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