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Al descender de su camioneta blindada, Graco Ramírez Garrido Abreu, gobernador de Morelos, es recibido por un colaborador que lo auxilia a colocarse el saco, combinado con una corbata de franjas azules y amarillas. Su hijo también lo recibe con un beso en la mejilla.

Hombre de izquierda desde sus inicios como estudiante —militó en el PST y luego en el PMT—, hoy guiñe a la “derecha civilizada” y se ofrece como el candidato presidencial en 2018 de una alianza PRD-PAN y hasta con “priístas progresistas”, que los hay, según dice.

No lo ve antinatural, pues desde tiempos de Cuauhtémoc Cárdenas se apoyó a panistas como el médico Salvador Nava en San Luis Potosí y “nunca nos avergonzamos”. Él mismo encabezó marchas al lado del mítico doctor.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el ex senador, quien cumplió este fin de semana 67 años de edad, advierte que en la Ciudad de México han caído las preferencias hacia el sol azteca y de ello, aclaró, es responsable el gobierno de Miguel Ángel Mancera Espinosa.

En cambio, él presume resultados en Morelos, lo que le permite proponerse para ser presidente de la República en una coalición que incluya al PAN.

“No creo que estemos hablando de derechizar, hoy estamos con muchos prejuicios, pero la necesidad de escuchar a la gente es muy importante, y de escucharnos”, argumenta.

“Hay condiciones para acuerdos con políticos sin prejuicios y creo que hoy quien no reconozca que México requiere gobiernos fuertes y de coalición no está reconociendo una realidad. ¿No acaso hoy gobierna una coalición entre el PRI, PVEM y Panal? ¿No acaso son una alianza parlamentaria que hace mayorías? ¿No es una alianza electoral? ¿Por qué negar a la izquierda y a la derecha civilizada un acuerdo político para consolidar la transición política y sacar adelante el país con temas muy puntuales: transparencia, no a la corrupción, inversión productiva, salario remunerador, estabilidad, vida democrática y crecimiento económico para el país?”, cuestiona.

Usted se muestra aliancista, ¿en 2018 vería positiva una alianza PAN-PRD, si se pudiera construir?

—El PRD siempre ha ido en las elecciones con Cuauhtémoc Cárdenas y luego con Andrés Manuel López Obrador en coaliciones. No es nuevo para el PRD. Si hubiese una actitud diferente en López Obrador podríamos construir una alianza también junto con él.

¿No siente que el PAN les está comiendo el mandado?

—No. La izquierda tiene todas las condiciones y pensando en principio con MC y PT de construir un polo diferente y que se escuche muy bien lo que plantea la izquierda que ha hecho posible los derechos sociales, los libros de texto de primaria y secundaria, la pensión a adultos mayores, el reconocimiento de matrimonios igualitarios, el derecho de estudiantes de ir a la escuela como yo lo hago ahora en Morelos.

Insisto, ¿con el PAN para 2018?

—No me adelanto para 2018, yo planteo hoy un gran frente democrático, progresista y plural.

¿Eso incluye al PAN?

—Incluye al PAN.

¿No es antinatural ir con el PAN?

—No. Lo hemos hecho desde que Cuauhtémoc era dirigente del PRD, con Salvador Nava, y nunca nos avergonzamos. Y lo hemos hecho en muchas circunstancias y ha habido resultados. Si los ciudadanos observan que hay esta visión de poder actuar en conjunto y de encontrar un equilibrio en todas las fuerzas por sus diferencias, vale la pena que entremos a un acuerdo político. No hablo exclusivamente del PAN, hablo de empezar con los sectores con los que tenemos mayores coincidencias que son MC y PT. No tomo en cuenta a Morena porque se ha excluido de cualquier acuerdo político. Andrés se comporta como el mesías, el hombre profético, que él va alcanzar y a purificar al país por sí mismo.

¿Del PRI?

—Yo estoy dispuesto a construir con los otros, incluso con sectores progresistas del PRI que todavía existen. No planteo al Revolucionario Institucional como el enemigo, en el tricolor existen todavía sectores muy importantes que tienen una posición progresista y buscan una salida democrática…

¿Podría citar algunos ejemplos de ese PRI?

—Hay sectores que están ahí manifestándose por tradición política, no quisiera personalizar para no excluir a nadie. En este gobierno [de Enrique Peña Nieto] hubo reformas muy importantes, pero no convenció en términos de la conducta que se dio en la administración y es momento de que muchos sectores del PRI puedan entender.

¿Qué perfil vería para una candidatura en la que estuviera incluido el PAN y fuerzas de izquierda, y qué perfil vería para una candidatura de izquierdas?

—Pues estoy yo. Yo soy un hombre que dialoga con el PAN, construyo con el PAN, MC, con Enrique Alfaro, con Dante Delgado, con los compañeros del PT. Mi gobierno tiene personas de origen panista, priísta, perredista e independientes. Yo soy una gente que puede construir y dialogar con todos. En el PRD no represento una facción. Me ofrezco para eso en este momento, lo he decidido ya, que no debo quedarme solamente a terminar mi gobierno, sino participar en este desafío político. El PRD existe y no tengo por qué avergonzarme de ser perredista, el PRD ha aportado y me ofrezco como perredista a este gran acuerdo político y si hay este gran acuerdo de encabezar la candidatura presidencial, estoy dispuesto a hacerlo.

¿En las dos vertientes?

—En las dos vertientes. El PRD no puede ir a esta elección en actitud sectaria, pero tampoco negándose a sí mismo. No voy a decir que voy a ser independiente porque me convenga ser independiente. Yo soy militante y fundador del PRD y por eso voy a jugar como aspirante del PRD.

¿Cómo ve la actitud de Miguel Ángel Mancera de no afiliarse al PRD y al mismo tiempo se reúne con personajes que abiertamente apuestan por la vía independiente?

—Yo me reúno con Jaime Rodríguez, lo conozco desde antes; con Enrique Alfaro, él fue del PRD antes de MC. Yo tengo diálogo con muchos actores políticos, mis antecedentes son de acuerdos, de muchos años y en el propio PRD hacia otras fuerzas políticas. A Mancera lo descubrieron los habitantes de la Ciudad de México después de haber sido procurador. El perredismo con una gran fortaleza y con un gobierno como el de Marcelo Ebrard, con una altísima calificación, muy positiva por cierto, le permitió [a Mancera] un bono democrático en la elección. Hoy me llama la atención que el jefe de Gobierno esté por debajo de la preferencia del PRD y que se diga que el responsable del fracaso es el PRD, me parece un exceso. Yo creo que los perredistas no son responsables de lo que no haya hecho el gobierno, porque cuando uno gobierna, lo hace para todos, yo no puedo hacer responsable al PRD si las cosas salen mal y si salen bien no es producto nada más del PRD.

Pero todo el costo lo carga el PRD en la Ciudad de México…

—Pero en las encuestas en Morelos, el PRD sigue siendo la fuerza con mayor preferencia. No estamos ante un escenario así en Morelos.

¿Aquí sí…?

—No se puede entonces decir que en un afán de ser candidato se deslinde uno de la fuerza política que lo hizo, porque, además, políticamente no existían, yo no conocía en ninguna instancia política excepto en los foros de abogados y en los foros de la procuración de justicia a Miguel Ángel Mancera, a quien le tengo un gran afecto y amistad. No quiero calificarlo yo, la gente sabe cómo calificar a quien le debe uno lo que es. En el caso de él, se lo debe al PRD y nada más al PRD.

¿En reciprocidad debe afiliarse?

—No tengo por qué pedirle ni solicitarle lo que él tiene que hacer. Él ha insistido en su opción de ser [candidato] del PRD o independiente.

¿Está bien jugar con las dos opciones gobernador?

—No sé si tenga las posibilidades en uno y otro, no tengo idea.

En el PRD, ¿le ve posibilidades?

—Hasta ahora es el que tiene una plataforma de gobierno con mayor exposición, yo he trabajado por hacer un buen gobierno, tengo buenas calificaciones de gobierno, tengo resultados en lo económico, en inversión, en seguridad. Yo me he dedicado a tener resultados y si tengo buenos resultados en mi gobierno, puedo ir a pedir el voto para ser un candidato que salga adelante y sacar al país, no al revés, no puedo hablar de ser candidato a Presidente y no tener los resultados que se tienen en el estado, porque entonces sobre qué ejemplo vas a dar para gobernar…

Como diría la abuela: “Con qué cara”, ¿no?

—Bueno, así diría la abuela, no yo jajajajajajajaja...

Guerra en el PRD

Graco Ramírez Garrido Abreu presidió junto con Raymundo Cárdenas al PRD durante una de sus muchas crisis. Ya está curado de espanto.

¿Y en el PRD? Se están dando hasta con la cubeta…

—No. El PRD es un partido donde las dificultades son enormes. El PRD ya no tiene caudillo, el primero, Cuauhtémoc Cárdenas, y el segundo, López Obrador, a quien veo como un priísta de los años 70 con Echeverría, y mira que yo lo convencí de que dejara al PRI…

¿Y no se arrepiente de eso?

—No, no me arrepiento de eso, no puedo ser culpable de que la gente se vaya descomponiendo y yendo a una visión mesiánica. No evolucionó políticamente, involucionó. Entonces, la falta de caudillos crea un sistema de corrientes…

Montessori…

—No te creas, son bastante ordenaditas las corrientes.

¿Aureoles es la apuesta del PRI para que pueda ganar caminando en 2018, como dice Basave?

—Yo respeto la opinión de [Agustín] Basave, pero también respeto mucho el trabajo de Silvano Aureoles. La inseguridad y el problema magisterial lo obliga a tener cierta mesura política y responsabilidad. Si se confunde la mesura de Silvano [Aureoles] en ciertos temas políticos, no se confunda con que es una traición. Yo no veo en Silvano ninguna actitud de traición ni de priísmo. No comparto esa opinión de descalificar así a Silvano.

¿Basave fue un gerente, como lo definió Silvano Aureoles?

—Es una descalificación que no comparto. Es un hombre limpio, honesto, intelectual, que nos ayudó. Se le terminó la paciencia, no está forjado en la militancia, en los partidos y eso desgasta a quien no está acostumbrado. Le faltó la paciencia suficiente, pero hubo buenos resultados...

¿Buenos?

—Entregó buenas cuentas. No nos fue mal en términos de lo que nos pronosticaban, otros decían que iba a ser la gran sorpresa Morena, pero quedó en ‘ya merito, ya merito’, ya tenían en su vitrina los trofeos de Zacatecas y Veracruz. Hay que preguntar a Duarte cuánto le costó Morena en Veracruz, el financiamiento que hizo para buscar un acuerdo de impunidad.

¿No es poco profesional que renunciara Basave cada vez que se encontraba con la adversidad interna?

—Es una manera de actuar de él, pero yo le tengo un gran respeto.

¿No mete al partido en una crisis?

—No. El PRD tiene que salir de esta situación bien y evitar que haya una crisis, encontrar un acuerdo estatutario, legal, que no nos lleve a tribunales, llegar a un buen arreglo si es necesario.

Es Graco Ramírez Garrido, quien puede caminar tranquilo por las calles de la Ciudad de México. Nadie se acerca a saludarlo, sólo lo observan.

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