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No hubo proselitismo explícito que haya incitado a ejercer un voto de castigo hacia el PRI en las elecciones del 5 de junio, sino una serie de orientaciones de obispos y sacerdotes que advirtieron el “peligro” de la iniciativa presidencial sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, afirmó Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis Primada de México.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el también presidente del Consejo Editorial del semanario católico Desde la fe expuso que no temen una sanción de la Secretaría de Gobernación (Segob) porque ningún ministro de culto hizo directamente proselitismo, y si la autoridad duda “tiene toda la libertad de hacer sus investigaciones, pero estamos muy tranquilos”.

“Directamente no lo hubo [proselitismo]. Si busca alguna declaración, algún documento donde explícitamente la jerarquía [católica] haya incitado a castigar al PRI, no lo hubo. Lo que sí hubo fue una serie de orientaciones de varios obispos y varios sacerdotes que advertimos el peligro de estas iniciativas y, bueno, nuestros laicos no son menores de edad, pueden discernir, y supieron también, me parece, en varios lugares usar su voto como un instrumento de castigo por la inconformidad de este tipo de propuestas. No estamos preocupados... Que busquen, no van a encontrar nada explícito en que se haya violado la ley”, afirmó.

Expuso que la caída electoral del PRI en el pasado proceso electoral obedece a un “coctel de factores”, entre los que están el hartazgo de la población por la corrupción, la impunidad, la inseguridad y la economía; sin embargo, el descontento por las iniciativas presentadas por el presidente Enrique Peña Nieto el pasado 17 de mayo sí fue un elemento que influyó.

“Debemos ser muy honestos, no demagógicos; no fue el factor principal porque más bien en la sociedad hay un hartazgo. Son muchos factores, pero me parece que este descontento también de la sociedad por este tipo de iniciativas fue un elemento de este coctel que llevó a la derrota del PRI, de la derrota de sus candidatos. No es el único, pero sin duda influyó”, enfatizó.

En la edición del domingo 12 de junio, el editorial de Desde la fe, órgano informativo de la Arquidiócesis Primada de México, celebró el “merecido voto de castigo” para el presidente Enrique Peña Nieto y su partido, que provocó que el PRI perdiera siete de 12 gubernaturas en los comicios del 5 de junio. Aseguró que este “descalabro electoral” fue resultado de la reacción de la sociedad ante la iniciativa que presentó de legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo y de que adopten.

EL UNIVERSAL publicó el 12 de junio que seis obispos promovieron el voto de castigo contra el PRI en las elecciones, dado que previamente a la jornada electoral el clero realizó una campaña contra las iniciativas presidenciales.

Valdemar expuso que el editorial del semanario es una expresión mediante la cual han mostrado su oposición a esta y otras iniciativas, como la de la marihuana, y han expresado sus razones. “Son dos temas muy delicados que creemos destructivos para las familias de la sociedad y por supuesto que por este medio tratamos de crear conciencia y de hacer ver lo irresponsable y lo peligroso que son esas propuestas. Lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo”, apuntó.

Admitió que la presentación de las iniciativas fue como un balde de agua fría para la Iglesia católica, puesto que se dio sin ningún tipo de consulta, lo que consideró como una deslealtad.

“Había un buen entendimiento con este gobierno; no quiere decir que estos apoyaran lo que nosotros hacemos, pero tampoco esperábamos que ellos atacaran estos principios tan fundamentales para la sociedad y, por supuesto, sin ningún tipo de consulta ni acercamiento. Sí ha sido un balde de agua fría, algo muy desagradable, muy deshonesto, y sí sentimos una deslealtad”, afirmó.

El vocero de la Arquidiócesis de México consideró que las relaciones con el gobierno mexicano fueron afectadas con la presentación de las propuestas presidenciales a favor del matrimonio igualitario y dijo que la relación no seguirá igual, pues la confianza se dañó.

“Hay una frase que indica que después de que se ha traicionado no se puede tener la misma relación, la misma confianza porque se ha dañado de fondo. Por supuesto que la relación no seguirá igual. Es una opinión muy particular; en todo caso hablo por la Arquidiócesis de México, pero me parece que la confianza ha quedado muy dañada”, sentenció.

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