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Cada vez más los militantes de Morena tienden a no estar de acuerdo con su fundador. Ayer, durante el Congreso Nacional ordinario, los integrantes del órgano de decisión hicieron fuertes reclamos contra el recién nombrado presidente del partido, Andrés Manuel López Obrador.

Las protestas llegaron a los gritos; principalmente porque las 21 carteras del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que fueron renovadas, no tenían un principio básico: el de equidad, toda vez que solamente tres mujeres fueron electas para encabezar secretarías de la dirigencia. Los demás puestos quedaron en manos de hombres.

Alejandro Esquer, quien asumió la Secretaría de Finanzas, puso el dedo en la llaga. En la tribuna del cónclave, ante la mirada de López Obrador, calificó a Morena como una organización muy machista, pues únicamente la Secretaría General, para la que se nombró a Bertha Luján; la de Mujeres, dirigida por Berenice Arriaga García; y la de Arte y Cultura, con Hortensia Sánchez Galván a la cabeza, fueron donde se les impulsó a ellas.

Los gritos de las congresistas se hicieron sentir por el repudio a los pocos espacios para su género. Andrés Manuel miró a sus agremiados y no le quedó de otra más que sumarse a las voces inconformes.

Pero los reproches no quedaron ahí. Después de que rindió protesta, con la mano derecha levantada, como presidente del instituto, presentó su estrategia de acción política 2015-2018, donde al menos 34 personas votaron en contra y, por lo tanto, impidieron que la estrategia fuera avalada por unanimidad del Congreso.

Los asistentes pedían que se incluyeran varios temas en el proyecto para los próximos tres años. No fueron escuchados y en la votación se fueron en contra de la estrategia del tabasqueño. Ellos se ganaron algunas rechiflas y la confrontación de sus más de mil homólogos reunidos en el Deportivo Reynosa, en la delegación Azcapotzalco.

Andrés Manuel miraba tranquilo la discusión que se tornó candente. No pudo evitar ponerse nervioso y salió del domo instalado entre canchas de basquetbol y futbol, se tomó unos minutos y al poco tiempo regresó, pero en ningún momento intervino en el intercambio de palabras de los presentes.

Incluso cuando el político de Tabasco daba su discurso, algunas voces lo interrumpieron para inconformarse con la estrategia que plantea para llevarlo a la carrera presidencial de 2018.

AMLO en ningún momento se inmutó, prosiguió sus palabras por casi 60 minutos, uno de sus tan acostumbrados largos discursos.

Al final, no pudo apaciguar a los inconformes, únicamente se comprometió a que se respetará la equidad de género.

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