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francisco.resendiz@eluniversal.com.mx
Manila, Filipinas.— El avión Presidente Juárez TP-01 ha recorrido una cuarta parte del mundo para llegar de Antalya, Turquía, a esta ciudad de contrastes, donde se ven enormes rascacielos, y a unos pasos casas de cartón y láminas, barrios pobres a la orilla de los ríos.
El presidente Enrique Peña Nieto desciende del avión presidencial sobre la pista de la Base Aérea de Villamor, en el Aeropuerto Internacional Ninoy Aquino de Manila.
El Jefe del Ejecutivo mexicano camina mientras se escucha música de una banda militar. No hay mayor protocolo. Ha llegado para realizar una visita de Estado a Filipinas, la primera de un mandatario mexicano en 60 años, y participar en la Cumbre del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC).
Apenas ha pasado una hora desde que tocó suelo filipino, y la primera actividad del presidente Peña Nieto aquí es rendir dos homenajes, el primero, acompañado por el alcalde de Filipinas, José Estrada, en el monumento del héroe nacional José Rizal. El Himno Nacional Mexicano se escucha en el Parque de la Luneta.
Después, el Centro Histórico de Filipinas se detiene. En la Plaza Hidalgo hay decenas de militares vestidos de gala que reciben al Presidente de México, quien llega acompañado por la canciller Claudia Ruiz Massieu para rendir homenaje a un puñado de mexicanos.
Ahí hay un monumento pequeño, de casi dos metros de altura por uno de ancho, con un águila que lleva las alas desplegadas. Hace 70 años el Escuadrón 201 de la Fuerza Aérea Mexicana peleó aquí, en el Teatro del Pacífico, en la Segunda Guerra Mundial. Están los nombres de los cinco héroes mexicanos que murieron aquí. Los filipinos miran a lo lejos.
Han pasado más de 20 horas desde que el Presidente inició su viaje desde Turquía, para lo cual el avión evitó el espacio aéreo de una zona convulsionada por la violencia que comprende a Siria, Iraq, Irán y Afganistán.
El presidente Peña es recibido por el presidente Benigno Aquino III, hijo del líder histórico de la oposición filipina contra Ferdinand Marcos, y de Corazón Aquino.
Se escucha una marimba y flautas de bambú que tocan niñas para interpretar música mexicana. El sol cae. Apenas son las cinco de la tarde y ya oscurece. México está en Filipinas.
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