Operarios municipales han comenzado a demoler edificios construidos de forma ilegal en el mismo barrio de Nairobi en el que la semana pasada un bloque de pisos se derrumbó por las intensas lluvias y causó al menos 42 muertos, informó hoy el Gobierno keniano.

El secretario de Estado de Obras Públicas, Paul Mwangi, aseguró que en ocasiones anteriores los propietarios de los inmuebles habían logrado paralizar el derribo acudiendo a los tribunales, por lo que el Gobierno ha decidido pasar a la acción.

"Esta vez vamos a demolerlos, tanto si van a los tribunales como si no, porque hay gente que sigue muriendo", sentenció Mwangi en una declaraciones recogidas por la prensa local.

Ayer cuatro personas fueron rescatadas con vida tras permanecer seis días bajo los escombros del edificio que se vino abajo en Huruma, un barrio marginal de Nairobi, una tragedia que ha causado gran indignación entre la población.

El ministerio de Interior indicó que la vivienda había sido construida muy cerca de un río y tenía pendiente una orden de demolición que nunca se ejecutó por la pasividad de las autoridades locales.

Los dos propietarios del inmueble y tres funcionarios de la administración local fueron interrogados por la Policía el miércoles y posteriormente fueron liberados bajo fianza. Al menos diez edificios serán demolidos en Huruma y se calcula que otros 200 correrán la misma suerte en otras zonas de la ciudad.

erp

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