El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aceptó ayer coordinar las acciones militares rusas en Siria con Francia y la coalición antiterrorista liderada por Estados Unidos tras reunirse en el Kremlin con su colega francés, François Hollande.

“Hemos acordado que en breve nos coordinaremos tanto en el plano bilateral como en el de la coalición liderada por Estados Unidos, en general”, afirmó Putin en rueda de prensa conjunta en el Kremlin.

Putin explicó de qué se trata esa coordinación “en el campo de batalla”: “Determinar los territorios en los que se pueden lanzar ataques y aquellos en los que es mejor abstenerse de efectuar bombardeos”.

Es la primera vez que el jefe del Kremlin se muestra dispuesto a coordinar su campaña aérea con Occidente, a la que siempre ha acusado de utilizar al Estado Islámico (EI) como herramienta para derrocar al líder sirio Bashar al-Assad.

“Los ataques contra el EI se intensificarán” de manera coordinada con Rusia “con el fin de aumentar la eficacia de esas acciones” militares, aseguró el mandatario galo, quien insistió en que el “enemigo común” de los países civilizados es el EI. Putin y Hollande fueron más allá, ya que se pusieron de acuerdo en centrar sus ataques en las posiciones del EI, especialmente su fuente de financiación —yacimientos, refinerías y convoyes de petróleo— y en abstenerse de atacar a la oposición moderada contraria a Al-Assad.

En lo que discreparon Putin y Hollande es en el futuro de Al-Assad, defendido por Rusia e Irán y cuya renuncia demandan Estados Unidos, la Unión Europea, Turquía y Arabia Saudita. “Al-Assad no puede jugar ningún papel en el futuro de este país (Siria)”, dijo el mandatario francés, mientras que su par ruso señaló que “el ejército del presidente Al-Assad y él mismo son los aliados naturales en la lucha contra el terrorismo” y recordó que el futuro del líder sirio “está en las manos del pueblo sirio”.

Rusia anunció ayer mismo que impondrá sanciones económicas contra Turquía en respuesta al derribo de un avión de combate ruso en la frontera turco-siria.

El primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, ordenó que el gabinete elabore en un lapso de dos días una lista de “amplias medidas” referidas, entre otros, a los sectores de turismo, comercio y tráfico aéreo. Turquía convocó al embajador ruso para protestar.

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