Con la ejecución de Abdelhamid Abaaoud durante el operativo realizado el miércoles en un departamento de Saint-Denis, la policía francesa eliminó al terrorista más próximo al Estado Islámico (EI) hasta ahora identificado por la justicia europea.

Abdelhamid Abaaoud, de 27 años de edad, era buscado por la justicia francesa como presunto cerebro de la masacre del pasado viernes que cobró la vida de 129 personas.

Sin embargo, el historial yihadista de este ciudadano belga de origen marroquí y que creció en Molenbeek, un barrió de Bruselas marcado por los prejuicios, el desempleo y una comunidad musulmana desfavorecida, era mucho más extenso.

De acuerdo con la policía belga, estaba ligado a Mehdi Nemmouche, el yihadista franco-argelino que mató a sangre fría a cuatro personas en el Museo Judío de Bruselas en 2014.

También lo asocia con Ayoub El Khazzani, quien en agosto pasado intentó atacar el tren de alta velocidad entre Ámsterdam y París armado con un fusil, pero no logró su objetivo al ser sometido por cuatro pasajeros.

Igualmente lo relacionan con otros dos atentados que fueron evitados este año, uno en enero en la ciudad belga de Verviers y otro en Villejuif, localidad limítrofe con París.

Mejor conocido en los sectores radicales como Abu Umar al-Baljiki, Abaaoud pisó en 2010 una cárcel belga por robo, y tras ser dejado en libertad viajó a Siria para enrolarse en el EI y completar su proceso de radicalización.

En julio pasado fue condenado por la Corte de Bruselas a 20 años por liderar un grupo terrorista, pero nunca pisó la prisión debido a que el proceso se llevó a cabo en su ausencia involucrando a 31 individuos.

En 2013 viajó de Bélgica a Siria y apareció por primera vez en un video del grupo yihadista, en el que explica que se entrena cerca de Alepo.

En algunas imágenes se le ve greñudo y sonriente junto con su hermano Younés, entonces de 13 años y con un kalashnikov en la mano, presentado entonces como el yihadista más joven del mundo.

Pronto se le encargó el reclutamiento de otros combatientes francófonos bajo las órdenes de Abu Mohammed al Adnani, el portavoz del grupo islamista.

Viajó entre Siria y Europa en varias ocasiones. Él mismo se jactaba en la revista de propaganda del EI, Dabiq, de que entraba y salía para “aterrorizar a los cruzados” y burlaba la vigilancia de los europeos.

“Mi nombre y mi foto estaban en todos los periódicos y aun así conseguí permanecer en sus países, planificar operaciones contra ellos y salir sano y salvo cuando fue necesario”, dijo en una entrevista en ese panfleto.

Para el EI no sólo era un planificador de ataques desde Bruselas, era usado también por la maquinaria publicitaria de la organización.

El grupo terrorista divulgó fotos y videos en los que aparece sujetando la bandera yihadista o conduciendo un vehículo del clan mientras transporta cadáveres. En uno de los videos, supuestamente grabado en Siria, se le escucha decir “toda mi vida he visto derramar sangre de los musulmanes. Rezo para que Alá rompa las espaldas de sus opositores”.

El ministro del Interior de España, Jorge Fernández Díaz, informó que intentó captar mujeres españolas por internet. El pasado lunes, cuando la policía francesa lo señaló como autor intelectual del atentado, se creía que estaba en Siria, pero al final fue encontrado en París.

Con información de agencias

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