Viena/Budapest/Múnich.— Mientras Austria refuerza los controles a lo largo de su frontera y retiene trenes con centenares de refugiados a bordo y Hungría erige otro muro para evitar el paso de migrantes, Francia anunció la construcción de un campamento humanitario en el puerto de Calais, al tiempo que reprobó, junto con la Comisión Europea, la valla edificada por el gobierno húngaro.

En un nuevo capítulo de la crisis migratoria que tiene tras las cuerdas a Europa, el Ministerio de Exteriores húngaro convocó ayer al embajador de Francia en Budapest tras las críticas del jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, contra la valla construida por Hungría.

El ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, dijo que no podía “dejar sin reacciones” las palabras de su homólogo francés, quien calificó de “escandalosa” la forma en que “algunos países de Europa del este” tratan la cuestión de los refugiados y que la construcción de la valla no respeta los valores europeos, por lo que había que destruirla. Szijjártó calificó esas palabras de “chocantes” y dijo que su país está bajo una “presión dramática”.

La Comisión Europea (CE), por su parte, opinó que la valla construida por Hungría “no envía el buen mensaje, particularmente a los vecinos” de la Unión Europea (UE) y pidió a los Estados “utilizar otras alternativas”.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo en relación a las conversaciones con otros países que “no tiene sentido insultarnos públicamente entre nosotros. Simplemente debemos decir que la situación actual no es satisfactoria” y presionó de nuevo para que los migrantes se repartan entre los 28 países del bloque o “muchos volverán a cuestionarse [el tratado de libre movimiento de ciudadanos] Schengen”, un llamado que se ha topado con una fuerte resistencia, sobre todo de países del este como Eslovaquia, República Checa, Hungría y Polonia.

Aun así, fue abiertamente crítica ante la idea de darle prioridad a los refugiados cristianos, una preferencia expresada por Eslovaquia. Señaló que decir que los musulmanes no son bienvenidos “no puede estar bien”.

En ese tono, unas 20 mil personas salieron ayer a las calles de Viena para exigir un trato humanitario y mejores cuidados públicos para los inmigrantes que están llegando al país.

La Comisión Europea, por su parte, anunció que la UE aportará 5 mil millones de dólares en la construcción del centro humanitario en Calais, en el norte de Francia, uno de los puntos más candentes de la crisis.

El campamento se comenzará a edificar a principios de 2016 y estará formado por 120 tiendas con capacidad para 12 personas cada una, precisó de su lado el premier francés, Manuel Valls, durante una visita a un centro de acogida y al Eurotúnel. En su país, la líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, reclamó el restablecimiento “urgente” de las fronteras y se dijo “aterrorizada por el laxismo de nuestros gobernantes”.

Desbordan vigilancia. Trenes repletos de inmigrantes llegaron a Austria y Alemania luego de que sorpresivamente Hungría levantara los controles en terminales y permitiera que abarrotaran al menos cuatro trenes que partieron de Budapest.

La Unión Europea ha eliminado los controles fronterizos entre los 26 países del área Schengen, pero pide a quienes buscan asilo que lo soliciten en el primer país de la UE al que lleguen, algo que los inmigrantes usualmente ignoran en su tránsito desde la periferia del continente hacia los estados más prósperos.

La policía austriaca dijo que sólo quienes no hubieran solicitado asilo en Hungría podrían pasar por el país, pero la magnitud de la presión migratoria se impuso y se permitió que los vagones siguieran su marcha.

Con el control de la estación de tren en Budapest la policía húngara cumplía con la legislación de la UE, pero por el momento no está claro qué motivó a las autoridades húngaras a cambiar de actitud, lo que desató una gran euforia entre los miles de refugiados hacinados allí, pero ha generado serios problemas a Austria, que con el correr de las horas se hacía más evidente que las autoridades húngaras no habían acordado con sus colegas austriacos.

En la estación fronteriza húngara de Hegyeshalom se paró un tren repleto de refugiados. Los Ferrocarriles Federales Austriacos rechazaron asumir el control debido a la sobrecarga. No es posible realizar una operación segura bajo estas circunstancias, comunicaron.

Bulgaria también ha reforzado la seguridad en sus fronteras con Turquía, Grecia y Macedonia, para lo que ha movilizado fuerzas policiales adicionales, gendarmería y ejército.

Trascendió ayer que una lancha con migrantes naufragó frente a las costas de Libia, con saldo de 37 personas muertas, informó la Media Luna Roja de Trípoli.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses