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En la delegación Gustavo A. Madero, cerca de 60 colonias y más de 500 mil habitantes padecen escasez de agua.

Vecinos señalan que el servicio les cae por tandeo entre una y dos horas al día, lo mismo a las 5 de la mañana que a las 3 de la tarde y debido a que muchos laboran, les resulta complicado almacenar el agua.

Algunas de las colonias afectadas son Cuautepec, Chalma de Guadalupe, Compositores Mexicanos, Palmatitla, Jorge Negrete, Zona Escolar y La Palma y algunas unidades habitacionales.

Alejandro Hernández, vecino, asegura que el problema existe desde hace 40 años pero que se ha agravado desde hace cinco por el aumento de la densidad poblacional en la delegación Gustavo A. Madero.

Él y un grupo de habitantes de las 60 colonias afectadas han solicitado tanto a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) como al Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) se dé mantenimiento preventivo y correctivo en tuberías y que aumenten el caudal que surte a la demarcación.

“En un oficio que Conagua nos entregó en 2014 se comprometió a que se surtiría a los pozos con una caída de dos mil 400 litros por segundo, sin embargo, no nos está llegando esa cantidad. Ingenieros nos han dicho que oscila en los mil 600 litros, cantidad que se mantiene”, dijo.

Un trabajador del Sistema de Aguas en los pozos de Chalma de Guadalupe, que pidió omitir su nombre, dijo a EL UNIVERSAL que la cantidad de agua que llega es inferior a la que se firmó en el convenio. Comentó que ha habido desatención de las autoridades de diferentes niveles de gobierno en lo que refiere al mantenimiento de tuberías y al aumento en el caudal proveniente de la presa de Barrientos, lo que genera que haya momentos en los que no hay agua en los almacenes.

“Hace falta inversión para mejorar las condiciones, pero nadie quiere invertir. El problema es que la gente se enoja y piensa que los que trabajamos en la planta somos los que no queremos abrir las llaves. Hasta nos han querido golpear”, dijo.

Colonos denuncian que la escasez les genera problemas sanitarios y económicos. En primer lugar porque el agua llega con tierra o con un fuerte olor a cloro, algunos de los vecinos presentan salpullidos o diarreas.

En el ámbito económico hay un impacto negativo porque vecinos deben subsanar sus necesidades comprando garrafones y pipas, estas últimas valen cerca de 800 pesos y sólo les sirve para un par de días.

La señora Margarita vive en la colonia Chalma de Guadalupe, en su casa conviven tres personas y por lo menos dos veces a la semana sus nietos la visitan. Ella, como otros colonos, compra hasta 12 botellones de agua a la semana, con un gasto de 360 pesos.

Afirma que hasta para ducharse utiliza agua de garrafón, pues en ocasiones anteriores el líquido que sale de las llaves le provocó problemas de piel.

En las colonias afectadas les llega más rápido el recibo de pago por el suministro de agua que el propio líquido, mencionan vecinos. Guadalupe Suárez asegura que anualmente paga a Sacmex casi dos mil pesos, aún así “se me ha quemado mi lavadora dos veces porque no cae el agua”, comenta.

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