La tarde del 30 de agosto, Alejandra Becerril Huerta, al regresar a casa, llamó a su hija de 15 años, pero no hubo respuesta. Minutos después supo por la mujer que le ayuda en los quehaceres de la casa, que Diana, de 15 años de edad, había salido con un adolescente, por lo que de inmediato le telefoneó, pero no hubo respuesta.

Cinco días después de la desaparición de Diana, aun no se conoce el paradero de ella, a pesar de que hay una denuncia en la Fiscalía de Distrito y la Procuraduría de Justicia del Estado, tomó el caso como uno de los 90 casos de “personas ausentes” que ha habido en Chiapas en lo que va del año.

Pero en la búsqueda de su hija, Alejandra ha encontrado desprecio, indolencia y doble criminalización de la víctima, ya que agentes de la Policía Especializada y  agentes del Ministerio Público, han tratado con desdén el asunto de la desaparición.

“Se fue con el novio. Ya va aparecer. Tenemos otro caso de una menor de 11 años que se fue con un tipo de 38. En estos días ha habido seis casos de desaparecidas, pero las vamos a encontrar”, matizó sarcástico un funcionario de la Fiscalía.

El 31 de agosto, el 1 y 2 de septiembre Alejandra, acudió a la Fiscalía acompañada de un abogado, para conocer los avances en la carpeta de investigación, pero supo que no había sido turnada ni siquiera ante la Policía Especializada.

Alejandra y el abogado se dieron cuenta que la indagatoria parecía estar estancada, pero cuando pidieron que el caso se diera a conocer en Alerta Amber, le dijeron que ese programa era solo para menores de 10 años de edad.

“Nosotros tenemos nuestros propios protocolos de búsqueda. Así es esto”, agregó un jefe policiaco con el que se entrevisto Alejandra Becerril Huerta, propietaria de una negocio.

Desde entonces, Alejandra han hecho sus propias investigaciones para tratar de dar con el paradero de su hija, pero los esfuerzos han sido infructuosos, ya que cuando llama a la línea de Diana, nadie contesta, pero del número telefónico alguien manda mensajes donde se dice que la adolescente está bien.

Alejandra supo que hace unos meses, su hija conoció a un joven originario de Tijuana, que decía estudiar en la Escuela Preparatoria, pero inicialmente usó un nombre falso, hasta que reveló su identidad. Ahora se sabe que el joven de 23 años de edad, no estudiaba, durante el tiempo que permaneció en Comitán.

En estos cinco días, Alejandra no ha conciliado el sueño; llora constantemente porque teme por la integridad de su hija. Ruega que el procurador Raciel López Salazar atienda su llamado para emprender la búsqueda de Diana, para que la adolescente pueda volver a casa.

En la página web de la Procuraduría de Justicia del Estado, este martes, apareció la foto de Diana como una de las 90 “personas ausentes”, es decir, “persona que voluntariamente abandona su domicilio sin dar aviso a sus familiares”.

Además, en dicha página, se encuentra las fotografías de 53 “personas no localizadas”, 22 “personas extraviadas” y 58 “personas desaparecidas”.

cg

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