La Sala Constitucional y Administrativa del Poder Judicial de Quintana Roo declaró la suspensión de la licencia de construcción que el gobierno municipal de Cancún emitió a favor del grupo RIU, en contravención a lo que mandata su Reglamento de Construcción, para la edificación del proyecto “Hotel Riviera Cancún”, en la tercera etapa de la zona turística de este centro vacacional.

La resolución, dictada a principios de este mes, indica que la licencia 68269, con folio 2191, expedida por el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, Rolando Melo, el 19 de diciembre del 2014 a MX RIUSA II, filial del Grupo RIU, quedó suspendida.

La suspensión quedó condicionada a la exhibición de una fianza cuyo monto se fijó en un millón 795 mil 387 pesos con 68 centavos, como garantía fijada para que surta efectos la medida decretada en el juicio de nulidad.

“Se ordena a las autoridades demandadas, secretario municipal de Ecología y Desarrollo Urbano, Dirección General de Desarrollo Urbano y Dirección General de Ecología, todos de Benito Juárez, ordenar las diligencias conducentes para efecto que se suspendan las obras de edificación que se autorizan mediante la licencia de construcción 68269 con folio 2191, de fecha 10 de diciembre de 2014 (…)”, se lee en la resolución.

La fianza ya se exhibió la semana pasada, por lo que el gobierno municipal, encabezado por el alcalde Paul Carrillo, deberá comunicar no sólo al RIU, que la licencia de construcción que le otorgó está suspendida, sino también informarlo a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que evalúa por segunda ocasión el proyecto, al cual le negó la autorización de impacto ambiental en marzo pasado.

El 19 de octubre pasado, la cadena hotelera española RIU presentó a evaluación su proyecto, por segunda vez, con el mismo nombre, pero modificaciones en la densidad y altura, retomando además la idea de instalar una planta desalinizadora para abastecerse de agua, infraestructura de la cual se había desistido en pleno proceso de evaluación de su planteamiento original.

El hotel tendrá ahora 530 habitaciones y no 565, en un edificio de 16 niveles y no de 15, en un predio de 20 mil 929.45 metros cuadrados en la tercera etapa de la zona turística de Cancún; la inversión será menor a los 95 millones 700 mil dólares que tenían contemplada inicialmente.

El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), solicitó ya la consulta pública y la reunión pública de información sobre este nuevo planteamiento, debido a que el predio se encuentra en una zona altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, de acuerdo con un estudio elaborado por la Secretaría de Turismo (Sectur), además de que los parámetros urbanos que el gobierno municipal le asignó, rebasan por mucho los límites originales.

Mientras el Programa de Desarrollo Urbano de Cancún (PDU-2005), permitía construir ahí apenas 75 cuartos por hectárea en edificios de tres niveles de altura, el PDU 2014-2030, permite 270 cuartos por hectárea en 20 niveles.

Además, la organización de abogados ambientales promovió recientemente un amparo en contra del gobierno municipal de Cancún por haber modificado usos de suelo en predios de gran relevancia en la zona hotelera, lo que provocará, entre otras cosas, el aumento del número de cuartos construibles en áreas originalmente planificadas para operar con baja o menor densidad.

El origen

Cuando sometió por primera ocasión su proyecto a evaluación de la Semarnat, el RIU contaba con la licencia de construcción que firmó el secretario de Desarrollo Urbano, Rolando Melo, con base en el PDU 2014-2030, que ya había multiplicado la densidad permisible en el predio.

El funcionario fue denunciado ante la Contraloría municipal por haber expedido la licencia de construcción, violando su Reglamento en la materia, que indica que para obra nueva debía pedir como requisito a la empresa española, contar con los permisos federales correspondientes, en este caso, la autorización de impacto ambiental y el cambio de uso de suelo en terrenos forestales competencia de la Semarnat.

La cadena hotelera no contaba entonces con esos permisos, porque apenas los estaba tramitando ante la Secretaría de Medio Ambiente, por primera ocasión.

Tampoco poseía la autorización de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en lo correspondiente a la planta desalinizadora que pretendía instalar en el predio.

En suma, Rolando Melo omitió aplicar el Reglamento y expidió la licencia de construcción, con vigencia de dos años (a diciembre del 2016) , la cual fue posteriormente impugnada.

El 14 de abril pasado, “Promotora Punta Nizuc”, demandó la nulidad de dicha licencia, expedida a favor de MX RIUSA II, alegando violaciones al reglamento de construcción por parte de la autoridad municipal.

En ese juicio de lo contencioso y administrativo, RIU ha quedado como tercero perjudicado.

spb

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