Un día Armando Palomas escuchó a su espejo el cual le reveló que con más de 300 canciones grabadas sus musas decidieron cambiar de rumbo para dedicarse a la literatura y la poesía narrativa.

“Llegó el momento de decirle adiós a las producciones discográficas, quizá lo que venga sean más libros; no quiero caer en el momento ridículo cuando los artistas ya no tienen más que decir y se aferran quedando como una caricatura de lo que algún día fueron. Quiero que la gente se quede con ese Armando Palomas fuerte, sincero, objetivo”, expresó.

Pese a su decisión, afirmó que los conciertos siguen, ya que no puede dejar el escenario porque es su trabajo y sabe que nunca le van a pagar en otro lado más de lo que gana en los shows.

“No tengo otro trabajo más que el de hacer canciones, emborracharme cada fin de semana. Creo que se puede vivir dignamente y además le doy empleo a otras 14 personas entre músicos”.

Ahora está dispuesto a divertirse y olvidar las preocupaciones con otros proyectos alternos como hacer el tema “Vendedora de caricias”, de Panteón Rococo, con un trío y la participación de Dr. Shenka.

“Ya trabajé 25 años ahora toca divertirse al doble los otros 58 que me quedan”, asegura quien dice tener siempre respeto por la coherencia, ser un verdadero indie y mantenerse firme en su postura de no tener a alguien que le de una línea editorial.

El músico vive en el universo al que tituló como Armando Palomas y que, a pesar de que comenzó su carrera musical hace muchos años, no termina de creer que lo haya hecho.

“Me di cuenta de que no era un compositor tan común ni tan corriente porque he grabado 25 discos totalmente por la autogestión, sin manager, sin tener alguien de relaciones públicas o pagar payola; todo salió de mi bolsillo y siempre he hecho lo que se me ha dado mi gana porque he ido del guapango a la cumbia, al mariachi, norteño, rock, pop o música tradicional mexicana”, argumentó.

Así es como se pone a reflexionar que quizás con el apoyo de una compañía disquera hubiera desaparecido o lo hubieran explotado como a un títere, por lo que se siente orgulloso al decir que su fórmula es nunca tener una fórmula.

“Nunca me gustó recibir órdenes de nadie; ser yo es lo más divertido”, dice.

El 15 de agosto presentará en el Foro Alicia su álbum cuádruple Alas y víboras, su tercer material grabado en vivo aunque ahora desde el Lunario del Auditorio Nacional.

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