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La cantante Madonna se ha caracterizado a lo largo de los años por ser una persona estricta y perfeccionista con ella y los que la rodean. Por ello no es raro que a sus 57 años aún luzca una imagen vigorosa y energética.

Su estricto plan alimenticio, su disciplina y su estilo de vida los lleva incluso cuando está de gira y esta vez no es la excepción.

En su visita a México para presentar su Rebel heart tour mañana y pasado en el Palacio de los Deportes, la Reina del Pop no ha reparado en exigencias para que su estancia sea como a ella le gusta: 100% natural, saludable y con un toque de estilo.

Para ello la cantante estadounidense ha solicitado, en principio, que no haya ningún artículo desechable a su paso, pues aboga en pro del medio ambiente y los recursos naturales.

Las habitaciones que ocupará en el hotel en el que se hospedará, así como su camerino deben estar decorados con candelabros de oro y plata, cuyo costo oscila entre los 70 y 100 mil pesos cada uno.

Todas las mesas que estén en los sitios a los que vaya deben estar cubiertas con manteles de seda rojos, cuyo costo va de los tres mil a los 10 mil pesos.

También ha solicitado vajillas de porcelana y cristal, que no podrían ser utilizadas para cualquier tipo de comida, menos la chatarra.

Pidió un menú completamente orgánico, el cual es traído de Estados Unidos; así, carnes frías, huevos y pollo para las ensaladas deben ser de una marca específica y estar certificado.

El agua que la artista bebe es mineral, de una marca francesa en la que gasta más de 10 mil dólares al mes.

Latinos en su staff. Con los años Madonna ha demostrado que su debilidad y confianza por los latinos, por ello en su actual Rebel heart tour al menos casi una decena de su equipo, desde su personal de seguridad hasta el creativo, pasando por coreógrafos y bailarines, son latinos o de ascendencia.

La artista viene con alrededor de 120 personas, entre músicos —que ya están en el país y desde ayer ensayaron—, entre ellos su corista Nicki Richards y su guitarrista Monte Pittman. Debido a que tienen problemas con la altura de la ciudad, un médico les ayudó con ejercicios de respiración.

También están Tony Villanueva, vestuarista y Michael Velalásquez, costurero oficial de la artista.

María Gutiérrez se encarga de los ensayos de la gira, así como de coordinar a músicos y bailarines; entre éstos está Justin De Vera.

Lenyn Barahona es uno de los mecánicos expertos en el show.

José Castro es quien está al cuidado y protección absoluta de la cantante, mientras que Gil Gamboa Jr. se encarga de transportar a la artista, quien se espera llegue hoy al país.

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