juan.arvizu@eluniversal.com.mx

Demetrio Bilbatúa, quien desde los años 50 registró momentos de la vida de México que ya son históricos y testimoniales, donó su archivo de documentales, en abril de 2015, de manera expresa al presidente Enrique Peña Nieto pero, desde entonces, dijo, nadie del gobierno federal lo ha buscado para concretar la donación, y ha tocado puertas en vano porque quiere cumplir su palabra.

Los documentales de Demetrio Bilbatúa son más de mil filmaciones en película de 35 milímetros y están conservados y clasificados en el Centro Cultural Cinematográfico Hermanos Bilbatúa. Por los cambios tecnológicos, el acervo se debe digitalizar.

Entrevistado en el Senado, donde fue objeto de un homenaje por su trayectoria, que le brindaron la Fundación Isve Guerrero y la senadora sin bancada Martha Tagle, el documentalista destacó que en su archivo —que ya es del pueblo, aunque la oficina del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, no responda a sus llamados—, se encuentran grandes momentos de la historia de México.

“Tengo momentos como la llegada de Charles de Gaulle a México, de Kennedy; tengo las palabras de Jacqueline en castellano, muy emotivas; grandes momentos de la historia de México los tengo filmados, modestia aparte, con calidad”.

Del tema habló con el entonces secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor pero, al salir él de la secretaría “me he querido comunicar con el nuevo secretario, (Aurelio) Nuño, pero no he tenido suerte. Así es la vida nuestra en este país”.

Al donar su acervo de documentales, Bilbatúa quiere “supervisar la digitalización del archivo, porque es mi obra, es fundamental que lo lleve a cabo en vida”.

Para describir los contenidos del archivo, dio el ejemplo del tema de educación. Tiene los primeros desayunos escolares. “Yo los filmé cuando se instauraron los libros de texto gratuitos —dice—, yo hice el momento solemne del libro de texto. Las escuelas rurales que sirvieron de ejemplo al mundo también las filme y lo archivé en un documental”.

El sismo de 1985, “lo sentí en casa; era un hecho muy dramático. Dije: esto puede ser una tragedia. Me fui con una cámara Réflex de 35 milímetros, que no son como estos (equipos) de video (con el que era grabada la entrevista): ¡Malditos estos que todo lo simplificaron!”

Recordó que a la media hora “estaba yo en avenida Juárez. Ahí me encontré con Jacobo Zabludovsky e hicimos mancuerna; él con la voz y yo con la imagen. Es un testimonio con veracidad y dramatismo”.

Explicó su afán: “Este país me lo dio todo y de alguna manera quiero devolverle algo de lo que me ha dado”.

Nacido en España, corrigió: “Soy mexicano, que no me digan español, soy mexicano por mi naturalización. Para mí España fue una tragedia familiar. Fusilaron a mi padre las fuerzas de Franco. Por supuesto, mi padre era un hombre de izquierdas. Y fusilaron a mis dos tíos”.

Bilbatúa, con un premio en las manos, el Jaguar Internacional de las Artes, en el salón Octavio Paz del Senado, dijo en entrevista con este diario: “Afortunadamente llegamos a este bendito país, en el que ahora estamos en crisis, pero todos debemos unirnos para salir adelante”.

Google News

Noticias según tus intereses