EFE/Reportajes

¿Qué se siente haber sido elegido como “El museo más bonito del mundo” y quedar por encima de instituciones como el Hermitage de Moscú, o los museos vaticanos? El Guggenheim Bilbao ya tiene varios reconocimientos en su haber, entre ellos la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1999) y el del Museo Europeo del Año 2000. Ahora, acaba de ser elegido como el más bello de todos, por los lectores de la revista Condé Nast Traveler.

“Podríamos pensar que, quizá, tras 18 años de andadura, el factor sorpresa se hubiera diluido, pero nos agrada comprobar que continúa despertando admiración”, dice su director general Juan Ignacio Vidarte.

El Guggenheim Bilbao es una de las obras vanguardistas del arquitecto estadounidense Frank Gehry. De estructura espectacular, la institución se ha hecho un hueco en la ciudad y, desde que se instaló, forma parte de una de sus señas de identidad, en una zona rodeada de paseos y plazas que antes tenía un carácter industrial.

Un sello de la constelación Guggenheim es la calidad de la arquitectura de los edificios que albergan a cada una de sus instituciones, que hace posible que la experiencia de los visitantes se enriquezca mostrando el arte en un dialogo sugerente con los espacios que lo acogen.

Cada año acuden más de un millón de visitantes. Bilbao es una capital de tamaño medio, pero la afluencia de público y el hecho de que dos de cada tres personas que entran al lugar proceden del extranjero, son datos relevantes.

Motivos para visitarlo

Su director general menciona algunas razones para animarse a entrar a este museo:

1. Por sus exposiciones permanentes y temporales que recorren la creación artística de los dos últimos siglos, del arte moderno hasta las manifestaciones más contemporáneas.

2. Por su calidad arquitectónica, una de las construcciones más importantes de finales del siglo XX, que ofrece espacios únicos para exponer el arte. Se trata de una figura escultórica integrada por formas curvilíneas con piel de titanio de aspecto orgánico y rugoso.

3. Porque el Guggenheim Bilbao permite realizar una visita que se enriquece con otras actividades, además de tener una estrecha relación con el diseño y la gastronomía.

4. Por la ciudad en la que se encuentra, que ha sufrido una transformación profunda, y “por ser el museo más bonito del mundo”.

Obras que causan orgullo

“Los bilbaínos nos identificamos desde el primer momento con Puppy, la escultura de flores de Jeff Koons que está en la plaza del museo, hasta el punto de considerarla hoy en día una obra irremplazable y un icono de la ciudad”, dice Juan Ignacio Vidarte.

La instalación La materia del tiempo de Richard Serra se encuentra entre las obras que más lo enorgullecen, ya que fue un encargo del museo al escultor, uno de los más importantes del siglo XX. Desde el momento de su inauguración se convirtió en una especie de “lugar de peregrinación” y personaliza como ninguna el carácter de este museo.

DATOS ÚTILES

Tarifas y horario: Entrada para adultos: 16 euros. Permanece abierto de 10 a 20 horas. Cierra los lunes.

En la web: Su sitio (www.guggenheim-bilbao.es) propone recorridos extramuros para conocer la ciudad y sus alrededores. Por las noches hay visitas al museo con DJs en vivo.

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