Salir de viaje no siempre es sencillo cuando desconocemos las costumbres del lugar que visitamos; en Europa hay muchas cosas que se manejan diferente y estos tips te ayudarán a no verte totalmente fuera de lugar.

Adiós tarjetas de crédito

En Europa todavía se acostumbra a realizar los pagos en efectivo en la mayoría de bares, restaurantes, cafeterías, museos y lugares parecidos. Lleva suficiente dinero en la cartera para cubrir todos tus gastos pero, no demasiado como para pedir a gritos que te asalten.

En caso de que decidas usar tarjeta, asegúrate de que no sea una muy vieja y que el chip sea compatible. Algunas de las más nuevas no son compatibles con el sistema europeo.

Usar shorts en cualquier lugar

Lo mejor para un viaje es usar ropa cómoda que te permita realizar todas las actividades planeadas sin sufrir, pero tampoco es necesario usar pants con chanclas y shorts con calcetas largas para que no quede duda de que eres extranjero. Un poco de cuidado en la apariencia física no cae nada mal.

Maleta a la plancha

Los controles fronterizos son muy estrictos y se tiene que regular todo tipo de comida que pasa por ahí. Salsas y tocino están prohibidos, por muy cruel que suene, así como algunos tipos de quesos o carnes. Aguanta un poco el hambre y evita la comida en tu maleta.

Aguas con el agua

A veces sí se cobra el pan que hay en las canastillas sobre las mesas de los restaurantes, así como el agua de la llave. El precio no es alto, pero puede tomarte desprevenido y desequilibrar tu presupuesto si ya llegaste a los últimos centavos.

Recorridos turísticos

Hay muchas formas divertidas y más interesantes de conocer cada país que tomar el primer tour que encuentres. A veces se ofrecen recorridos temáticos, en bicicleta o incluso en kayak.

El idioma

No olvides aprender por lo menos las palabras más básicas del idioma oficial de tu destino. Aunque en muchos lugares europeos se habla inglés, no está de más aprender algunas frases en la lengua que se usa en ciertos pueblos o localidades; los lugareños aprecian el esfuerzo.

A prueba de todo

Olvida las maletas enormes, aunque les quepa todo, y las muy estorbosas. Necesitas ser práctico a la hora de moverte y no te será fácil subir una calle empinada con una gran piedra a cuestas. Las maletas con rueditas siempre serán una buena opción. También recuerda apegarte a las medidas que las aerolíneas u otros medios de transporte exigen para el equipaje.

Hora de dormir

Aunque el lujo es llamativo, puedes intentar pasar la noche en hoteles que no sean resorts ni de cadenas internacionales. Hay muchos negocios familiares o sistemas como Airbnb que son buena opción y una experiencia diferente.

Para moverte

El transporte, incluso en ciudades y países famosos por su puntualidad, puede retrasarse por diferentes imprevistos como accidentes, controles de seguridad u obras en construcción. Considéralo para planear tu itinerario.

No olvides checar los horarios y fechas de los lugares o atracciones que quieras visitar.

Noche alocada

Si te pasas de tragos y al día siguiente amaneces con malestar, prueba los remedios locales para manejar la resaca.

Recuerdos del viaje

No dejes las compras para el final del día, muchas tiendas cierran temprano; además hacen una pausa durante la tarde y vuelven a abrir horas después. Sólo los almacenes más grandes y algunas cadenas tienen horarios más amplios.

Las propinas

Aquí se acostumbra dejar solo el 10% y lo común es incluirlo cuando pagas el total por lo que consumiste o por el servicio que recibiste; intenta no dejar la propina sobre la mesa.

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