El piloto Homero Richards tiene una joya que pulir en los próximos años. Su hija Ivanna, de 8 años de edad y quien apunta para tener un maravilloso futuro en el automovilismo.

A pesar de ser todavía una niña, el corredor de autos asegura que tiene una gran ventaja: “no le da miedo este deporte. Mucha gente puede verlo como algo riesgoso; ella no”.

“Estoy muy contento, porque vive con mucha pasión este deporte”, explica en entrevista con el Gran Diario de México.

Richards comenta que su hija tiene que esforzarse, como en cualquier otra práctica que necesita disciplina.

“Cuando se equivoca, se enoja mucho. Entonces, como padre tengo que compartirle mi experiencia. Su mamá le dice que aproveche mi conocimiento como piloto, y que no todos los niños de su edad y categoría tienen un padre profesional, con equipos de carrera y mecánicos que le ayudan con el kart”.

El piloto asegura que nunca obligó a Ivanna a competir.

“Ella se acercó y nos lo pidió, aquí no la obligamos. A mi otro hijo, Ian, de 10, no le llamó la atención”, continúa.

“Sí se ha subido, pero es más por el relajo, lo ve de forma distinta en comparación con mi hija”.

A pesar de que la pequeña nació con aptitudes para el volante, Homero argumenta que ella tendrá que ponerle las mismas ganas que en cualquier otro lado.

“Le transmitimos que es como cualquier otro deporte, y que necesita esforzarse para aprender. Entre las cualidades que debe aprender los próximos años está comprender cuándo tiene que frenar, cuándo tiene que tomar la trayectoria ideal para salir más rápido, entre otras cosas”.

Homero Richards, quien correrá en la exhibición de NASCAR en el Autódromo Hermanos Rodríguez el primer fin de semana de diciembre, no tiene la menor duda de que Ivanna, en unos años, “será una de las mejores de México”. 

Google News

Noticias según tus intereses