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ariel.velazquez@eluniversal.com.mx
Desde 1999 cuando José Ariel Contreras se encargó de realizar el primer lanzamiento del encuentro entre la selección cubana de beisbol y los Orioles de Baltimore, al menos 50 jugadores provenientes de Cuba arribaron a las Grandes Ligas. Tan sólo en los últimos cinco años, 25 peloteros lo hicieron con contratos firmados por arriba de un millón de dólares, y según el historiador Peter Bjarkman, son 645 millones los que las organizaciones de la Gran Carpa han desembolsado por los hombres provenientes de la isla.
El deporte, intrínseco del pueblo antillano, fue ayer una lima que suaviza el vínculo entre estas dos naciones, con el juego entre la selección cubana y los Rays.
“Estamos viendo una invasión de peloteros cubanos en Grandes Ligas, en lo últimos años el número se ha incrementado y no es porque ahora exista mayor talento entre los jóvenes, sino que los equipos están apostando por nosotros. Creo que todo esto es bueno para Cuba”, externó Contreras en entrevista para EL UNIVERSAL.
El pitcher espera que en poco tiempo los elementos cubanos que aspiran a llegar a las Mayores, lo hagan sin tener que desertar, pues varios de sus connacionales han corrido muchos peligros, como el bateador de los Dodgers de Los Ángeles, Yasiel Puig, quien fue amenazado por un grupo criminal de Isla Mujeres, que amagó con cortar uno de los brazos del jardinero, si no pagaba el dinero acordado.
“Ojalá que en un futuro los jugadores puedan ir sin tener ningún riesgo y también puedan regresar a Cuba y tener la posibilidad de jugar de nueva cuenta con la camiseta nacional”, agregó.
Luego de lanzar en contra de los Orioles, Contreras escapó de Cuba y en 2003 firmó un contrato con los Yankees de Nueva York que a la postre se convirtió en una estadía de 11 años en la Gran Carpa.
“El juego contra Baltimore me ayudó para captar los reflectores que antes no tenía. Cuando yo jugaba en la isla, la forma en que nos conocían era por nuestras participaciones internacionales, en Olímpicos, Panamericanos y Mundiales. Con el ingreso de Cuba otra vez a la Serie del Caribe, los peloteros ahora tienen otra ventana para ser reconocidos”, explicó.
