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La publicación del libro Cristales de tiempo con edición, estudio preliminar y notas de Patricia Rosas Lopátegui, que la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) mandó retirar y guardar en su bodega tras la demanda que interpuso Jesús Garro Velázquez contra la propia Universidad y contra Rosas Lopátegui, por el delito de robo y abuso de confianza, ha generado una nueva confrontación entre el heredero universal de los derechos de la obra de Elena Garro (Jesús Garro) y la agente literaria (Rosas Lopátegui).

EL UNIVERSAL publicó el pasado 9 de diciembre un reportaje en el que Jesús Garro reitera que continuará con la demanda contra la UANL y contra Rosas Lopátegui por haber publicado sin autorización el libro de poemas supuestamente inéditos de Elena Garro, titulado Cristales de tiempo. Dos días antes de la publicación del reportaje, EL UNIVERSAL solicitó tanto a la Universidad como a Rosas Lopátegui un posicionamiento respecto a la denuncia. La UANL respondió, pero no así Patricia Rosas Lopátegui.

La Universidad señaló que “actuando de buena fe, la UANL suscribió un contrato con la C. Patricia Rosas Lopátegui, quien se ostenta como titular de los derechos de la obra de Elena Garro, sin embargo, al aparecer una disputa respecto a la titularidad de los derechos a que se hacen alusión, la UANL se abstuvo de difundir y distribuir la obra objeto del contrato, dejando a salvo y en paz los derechos de la señora Patricia Rosas Lopátegui y de quienes presuntamente se ostentan como titulares de los mismos”.

EL UNIVERSAL solicitó a Patricia Rosas Lopátegui una entrevista para hablar del libro Cristales de tiempo. Vía correo electrónico, con fecha del 7 de diciembre, a las 15:47 horas, se le solicitó responder a la acusación del delito de robo y puntualmente se le preguntó: “¿Por qué editó un libro sin contar con la autorización de quien posee los derechos sobre la obra de Elena Garro, es decir Jesús Garro? Él acusa que usted le robó varios de los poemas que ya había publicado en un librito realizado por él en el año 2002. ¿Qué hay de cierto? Tiene usted en su poder los poemas publicados como inéditos? ¿Qué ha pasado con el libro si está en bodega y fue completamente retirado de circulación? ¿De cuánto fue el tiraje? ¿En qué etapa del proceso legal se encuentra la demanda interpuesta por Jesús Garro Velázquez contra usted y contra la Universidad de Nuevo León?”

No hubo respuesta aunque se le indicaba a Rosas Lopátegui que el reportaje se publicaría el 9 de diciembre.

Días después, entre el 13 y 14 de diciembre, Rosas Lopátegui envió a EL UNIVERSAL una serie de aclaraciones e incluso una “carta de desagravio”, en la que señala que las acusaciones de Jesús Garro Velázquez están repletas de imprecisiones y calumnias y reitera que ella firmó contratos como agente literaria y biógrafa de Elena Garro y de Helena Paz Garro en el invierno de 1997-1998, que le entregaron la colección de poemas que publicó en Cristales de tiempo. Poemas inéditos de Elena Garro, así como el material que apareció en Yo sólo soy memoria. Biografía visual de Elena Garro (Ediciones Castillo, 1999) y en Testimonios sobre Elena Garro. Biografía exclusiva y autorizada de Elena Garro (Ediciones Castillo, 2002).

Sin embargo, Jesús Garro Velázquez reitera en entrevista que con relación al contrato que Rosas firmó con madre e hija desde 1997 “ella tenía que dar un reporte cada cuarto de año según el contrato; tal reporte únicamente le llego a Helena Paz en 2001, según copia anexa. Aparte (anexo la primera hoja de éste en donde está autorizando UNA BIOGRAFÍA). Cuando uno firma contratos de cualquier índole y los incumple, éstos automáticamente se cancelan.”

Luego asegura que “Patricia Rosas Lopátegui incumplió el contrato firmado en 2006 por no enviar copias de los contratos de Argentina en donde publicó Andamos huyendo Lola, en 2011 y por el cual le pagaron 1000 dólares, asimismo el libro de Y Matarazo no llamó, en 2012, que firmó por 1500 dólares. En México publicó en Editorial B La casa junto al río y recibió 25000 pesos, de todo esto no entregó a Helena Paz, reporte de estado de cuenta de los libros vendidos y el dinero de los mismos”.

Rosas Lopátegui señala que en 2006, Helena Paz Garro y ella firmaron otro contrato para continuar con esta relación. Ese es su argumento para decir que “la Universidad Autónoma de Nuevo León no cometió ningún acto ilegal, ni la que esto escribe”. Cabe destacar que dicho contrato ha cumplido 10 años y ella lo mantiene vigente a pesar de que Helena Paz Garro cumplirá tres años de muerta.

Luego Rosas Lopátegui incluso acusa a Garro Velázquez de transcribir fragmentos de poemas de Elena Garro que ella había publicado en Testimonios sobre Elena Garro. Biografía exclusiva y autorizada de Elena Garro. Jesús Garro la vuelve acusar de que si tiene esos poemas es porque Rosas Lopátegui despojó a su tía y a su prima de esos materiales y de una larga lista que Rosas, junto con su esposo Casey Reed, les sustrajo a las Garro con engaños.

Pero además él reitera poseer los originales de cuatro poemas que Rosas publicó en Cristales de tiempo sin su autorización.

“Patricia Rosas no está enterada que el libro Elena en la intimidad de 2009 fue realizado por instrucciones de Helena Paz Garro, Presidenta Honoraria de la Fundación Cultural Garro y Paz; siendo la heredera y albacea de todos los derechos patrimoniales sobre la obra de Elena Garro (publicada o inédita). Quien para complementar el libro Elena en la intimidad nos entregó cuatro originales de puño y letra de la autora Elena Garro...”, afirma Jesús Garro Velázquez.

Pero Patricia Rosas Lopátegui va más allá en la carta enviada a EL UNIVERSAL desde Alburqueque con fecha 14 de diciembre, dice que Confabulario, el suplemento cultural de EL UNIVERSAL, publicó el 11 de diciembre de 2016, dos poemas que “transcribió textualmente de mi edición que compila la obra poética de Elena Garro sin darle el crédito correspondiente a dichos poemas publicados en Cristales de tiempo... Jesús Garro Velázquez proclama tener derecho a este material, ¿por qué entonces no ha hecho su propio trabajo editorial de los poemas de Elena Garro y utiliza el mío? ¿Por qué EL UNIVERSAL permite que sus reporteros caigan en estas irregularidades?”.

Los poemas publicados en Confabulario fueron enviados y autorizado por el propio Jesús Garro Velázquez para publicarse en el suplemento cultural, el pasado 9 de diciembre.

Jesús Garro Velázquez concluye. “¿Cómo es posible que la Sra. Patricia Rosas Lopátegui no reconozca mi personalidad jurídica de heredero y albacea universal de todos los derechos patrimoniales sobre la obra de Elena Garro? Los poemas que utilizó para la realización del libro Cristales de tiempo forman parte de la masa hereditaria según la protocolización de inventarios y avalúos. La Sra. Rosas se ostenta como albacea de la obra de Elena Garro, ¿dónde está la escritura que la designa? En una carta enviada a Helena Paz le dice que nada sirve, ¿cómo es posible que haya sacado tantos libros de algo que no sirve?”.

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