Inmigrantes, abusos del poder político, violencia, impunidad, corrupción, muerte, tráfico de influencias, mentiras en los discursos de los políticos, censura y autocensura, violaciones a los derechos humanos, narcotráfico, inseguridad e historias criminales y judiciales, confluyen en la tercera edición del Festival del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo, que esta mañana arrancó en esta ciudad.

Las mejores historias de Iberoamérica han comenzado a ser contadas alrededor de la mítica figura de Gabriel García Márquez, que sigue siendo el gran protagonista de este encuentro, organizado por la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) que lleva su nombre e incluye la participación de 80 invitados de 20 países reunidos entre el martes 28 de septiembre y el viernes 1 de octubre.

Durante la primera jornada de este encuentro, que celebra la obra del escritor y periodista colombiano, los finalistas que aspiran a obtener el galardón, han comenzado a dar cuenta de sus trabajos periodísticos y de las herramientas que han echado mano para contar sus historias en las cuatro categorías del premio: Innovación, Imagen, Texto y Cobertura.

Así, en la categoría de Innovación, Emilia Díaz-Struck habló de las maneras en que han pasado de mano en mano los medios de comunicación en Venezuela, y cómo en el último año, un equipo de 30 periodistas de nueve regiones del país han mostrado a los propietarios de la censura. Allí también, Andrea Insunza y Javier Ortega de Chile dieron cuenta de cómo se violaron los derechos humanos en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet; y también cómo Laura Zommer, de Argentina, ha impulsado con su equipo un método de verificación de los discursos de los personajes públicos que se ha replicado en distintos países del continente.

En la segunda mesa de la primera jornada que arrancó sin palabras de inauguración, el periodista colombiano Germán Rey fue el encargado de impulsar a contar las maneras en que los tres finalistas en Imagen llegaron a sus historias, en dos casos una serie amplia de imágenes, y en el caso del español José Palazón, sólo concursa con una imagen titulada “Paisajes de la desolación” que dio la vuelta al mundo y contó de una nueva manera el severo problema de inmigración en la frontera de España y Marruecos.

La imagen muestra a los migrantes montados sobre una alta valla que hace frontera con un pudiente campo de golf. Palazón, además de fotógrafo, es activista social y ha trabajado desde hace años la migración marroquí y la violencia de esa frontera. Él coincidió con su compatriota Álvaro Ybarra, quienes señalaron que hay que hacer fotografías con alma, imágenes que tiendan puentes con los espectadores para hacerlos sentir lo que está pasando en el mundo.

La jornada continúa con la presentación de los trabajos finalistas de las categorías Texto y Cobertura, donde participan dos historias mexicanas, la de “El caso Tlatlaya” de Pablo Ferri, quien pertenece al colectivo Dromómanos que colabora con EL UNIVERSAL; y “La casa blanca de Enrique Peña Nieto”, historia de Daniel Lizárraga y Sebastián Barragán.

sc

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