Un científico planetario de la NASA ha tenido que asegurar que no hay pruebas de que Marte haya acogido una civilización alienígena , a preguntas de un congresista en una comparecencia en Washington.

Durante una audiencia el 18 de julio del Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología del Subcomité Espacial de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el congresista republicano por California Dana Rohrabacher pidió a un panel de científicos planetarios especular acerca de esta posibilidad.

La petición siguió a los testimonios del panelista Ken Farley, científico del proyecto para la misión Mars 2020 de la NASA, afirmando que el Planeta Rojo tenía lagos y ríos, y tal vez incluso un enorme océano norteño, hace unos 3 mil 600 millones de años. Así que le tocó a Farley responder a la pregunta de si Marte quizá fuera una vez hogar de alienígenas inteligentes .

Entonces, la evidencia es que Marte fue diferente hace miles de millones de años, no hace miles de años, y no hay evidencia de que sea consciente de eso -dijo Farley-. ¿Podrías descartar eso? -interrumpió Rohrabacher. "Yo diría que es extremadamente improbable", respondió Farley, informa Space.com.

Muchos orbitadores, aterrizadores y rovers han explorado Marte durante décadas, y ninguno ha detectado ninguna evidencia de que organismos inteligentes hayan surgido allí. Pero eso no significa necesariamente que el Planeta Rojo nunca haya sustentado la vida de ningún tipo.

Como Farley señaló, las observaciones del rover Curiosity y una serie de otras naves espaciales sugieren que al menos algunas partes del planeta rojo fueron habitables durante largos periodos en el pasado lejano. Así que el antiguo Marte puede haber sido anfitrión de la vida microbiana , dicen muchos científicos; de hecho, algunos investigadores piensan que los microbios pueden sobrevivir allí hoy, enterrados profundamente en el suelo, donde están protegidos de los altos flujos de radiación en la superficie.

El robot Mars 2020 de la NASA buscará evidencia de vida microbiana pasada (no actual) cuando llegue al Planeta Rojo en febrero de 2021. El robot de seis ruedas, basado en gran medida en el diseño de Curiosity, también recogerá y almacenará muestras para un posible traslado futuro a la Tierra.

"Es improbable un descubrimiento verdaderamente definitivo de biofirmas microbianas por instrumentos a bordo del rover, y lo mejor puede ser llevado a cabo usando el arsenal completo de laboratorios terrestres", testificó Farley en la audiencia, explicando la lógica detrás de la estrategia de almacenamiento en caché de muestras.

La audiencia fue una discusión general de las próximas misiones de ciencia planetaria de la NASA, con un enfoque en el rover 2020 y en la misión Europa Clipper . Esta última misión se lanzará en la década de 2020 para investigar el potencial de vida de la luna de Júpiter Europa, que alberga un vasto océano de agua líquida.

jpe

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