Si eres millennial —esa generación nacida entre 1980 y 2000— muy probablemente vives en casa de tus padres. Hoy es el momento en el que más personas de 30 años tienen como roomies… a sus padres. El Pew Research Center realizó un estudio y concluyó que cada vez compartir el hogar con una pareja es una tendencia que está decayendo y que “por primera vez en la edad moderna”, aquellos de entre 18 y 34 años todavía viven en casa de sus padres.

En México el fenómeno es parecido. Los jóvenes retrasan su independencia pero no por las mismas razones que los de Estados Unidos. Entre éstas, se encuentran el que se esperan para salir de casa para vivir con una pareja —49% saldría de casa para vivir de esta manera, según una encuesta de Inmuebles24.com— pero también por razones económicas.

“En la última década ha aumentado mucho los precios de la renta, mucho más que el sueldo de los recién egresados. No es sólo en México, sino en todo el mundo”, explica Antoine Peoruze, CEO de Dada Room, una plataforma que ayuda a buscar compañeros de cuarto afines en intereses.

De acuerdo con un estudio realizado por esta empresa con datos del Inegi y de la Secretaría del Trabajo, el aumento del costo de las rentas y el ingreso promedio de los jóvenes no es proporcional. Mientras en los últimos cinco años a escala nacional hay un incremento promedio de 3% en el costo de la vivienda alquilada –el cual puede llegar a ser hasta de 9% anual en la Ciudad de México–, la tasa de crecimiento anual del ingreso de un profesionista es de 1.4%.

El caso de la Ciudad de México es peor. Con cálculos de varios sitios de renta de vivienda y de portales de búsqueda de empleo, este estudio arroja un resultado que no es nada alentador: El costo promedio mensual de un cuarto es de tres mil 800 pesos y de un departamento para una sola persona es de cinco mil 200. Pero el sueldo de un recién egresado oscila entre los cinco mil y 10 mil pesos. Lo que representaría alrededor de 40% de lo que los jóvenes ganan.

“Desde hace varios años los jóvenes tienen un reto ya que se ha vuelto imposible rentar por sí solo”, asegura el especialista de Dada Room.

Los jóvenes quieren salirse de su casa (40% sí lo haría para vivir solo según esta encuesta de Inmuebles24.com) pero compartir cada vez es más una opción, debido al ahorro que representa. La gente que vive con roomies ahorra 24% con respecto de aquellos que viven solos, según Dada Room.

Esta opción crece cada vez como una alternativa que permite la independencia. Hoy en nuestro país seis de cada 10 jóvenes han compartido departamento y ocho de cada 10 que siguen en casa de sus padres les gustaría vivir con roomies, motivado principalmente por ganar su independencia del hogar familiar. Hoy, en México los jóvenes se salen en promedio a los 28 años de su casa.

Más pobres que sus padres

Las condiciones para los jóvenes de esta generación son complicadas. La situación difícil no sólo prevalece en México sino que alrededor del mundo las circunstancias se conjugan para que ellos sean más pobres que sus padres. Una investigación realizada por The Guardian señala que hoy los jóvenes ganan alrededor de 20% menos que hace 30 años.

“En Estados Unidos, los menores de 30 son más pobres que las personas retiradas”, sostiene el estudio. Los jóvenes de Estados Unidos, Italia, Francia, España, Alemania y Canadá esta ha sido la tendencia incluso antes de la crisis financiera de 2008.

Probablemente sea esta situación la que hace que hoy los que tienen más de 30 también consideren vivir con compañeros. 42% de los que comparten lo constituyen chicos de entre 20 a 25 años pero los mayores de 30 años también se sienten atraídos por esta opción, ya que 22% vive con compañeros, según Dada Room.

¿Cómo es compartir?

No hay una historia única. Vivir con un compañero o varios puede ser una maravilla o puede convertirse en una pesadilla. Y mucho depende de la manera en la que se manejen las cosas.

La recomendación es desde el inicio establecer las reglas claras, no relajarlas, y si existe un estado de excepción, comunicarlo con anticipación a los demás integrantes de la casa.

Aunado a esto también se necesita tolerancia, porque es muy probable que siempre haya aspectos de la otra persona que te gusten más que otros, pero con los que vas a tener que lidiar. En este sentido, la regla que debería prevalecer es la de mantener un canal de comunicación abierta entre las partes.

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