Modificar términos, una mala señal: IP

maria.saldana@eluniversal.com.mx

Para el sector privado, en México se corre el riesgo de que se presenten más casos en los que se ofrezcan incentivos que no puedan cumplirse a consecuencia de un cambio de gobierno estatal, sobre todo porque esos diferendos trascienden fronteras y hay cada vez más competencia local y entre países para atraer inversiones.

El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Juan Pablo Castañón, aseguró que modificar de un día para otro los incentivos que se ofrecieron a una empresa podría “ser catastrófico”, porque en un mundo globalizado lo que sucede con una transnacional se sabe en todo el mundo.

“Sería muy lamentable (que no se cumpla con un ofrecimiento) porque en el mundo de las grandes inversiones de empresas tractoras, son conocidas las experiencias de las empresas. Un cambio de política sobre lo convenido y cambiarlo a mitad del camino sería catastrófico para atraer inversiones”, dijo el líder patronal y próximo presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Lo que conviene es que los estados busquen atraer inversión que refuercen sus cadenas de valor que sumen inversiones de calidad.

“Cada gobierno tiene su propia política de atracción de inversiones, algunos siguen un plan más agresivo que otras, pero depende de cada una”, añadió.

Pide CCE no ventilar el caso. El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani, dijo que no es conveniente que se ventile la situación de KIA porque el gobierno de Nuevo León está muy limitado financieramente.

“Lo óptimo es respetar los acuerdos, porque representan la seriedad de un estado, para dar confianza a los inversionistas”, afirmó.

Hacer público el problema envía malas señales al exterior, dijo.

Aseguró que cada estado da los incentivos que puede, y “hay una sana competencia en función de las capacidades de cada entidad”.

En el caso que enfrenta a KIA con el gobierno de Nuevo León, debiera de haber diálogo para que se encuentre el margen de maniobra en el que se pueda operar para cumplir con los acuerdos hechos, dijo.

“La discusión debiera darse hacia adentro, por los mensajes que se puedan mandar, pero al final tendrán que llegar a un arreglo”, añadió el empresario.

El líder de la máxima cúpula empresarial, quien dejará el cargo el próximo 14 de diciembre, añadió que lo que debe cuidarse es que sean incentivos legales y transparentes y que se otorguen de acuerdo con la capacidad de cada estado.

Tanto Castañón como Gutiérrez Candiani coincidieron en advertir que no hay leyes que regulen el tope máximo que se pueda dar de incentivos a las empresas, y por ello los estados que buscan atraer inversión entran en una competencia de ofrecimientos.