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El gobierno de China logró impedir que la burbuja bursátil dejara de desinflarse, lo que si bien dio un respiro a los inversionistas no alcanzó para disipar las preocupaciones.

Luego de perder casi un tercio de su valor en menos de un mes, el Índice Compuesto Shanghai registró ayer su mayor ganancia en más de seis años, desde el 4 de marzo de 2009, al repuntar 5.76% frente al miércoles para finalizar en 3 mil 709 unidades. Al cierre de la edición, el indicador subía 3.67% a 3 mil 846 puntos.

El Índice Shenzhen, en el que cotizan en su mayoría compañías del sector tecnológico, concluyó ayer con un repunte de 3.75% a 2 mil 45 puntos, después de seis jornadas consecutivas a la baja.

Además de la prohibición de venta de acciones durante los siguientes seis meses a tenedores con más de 5% de la capitalización de mercado, el gobierno de Pekín informó que las fuerzas de seguridad investigarán casos de ventas en corto “malintencionadas”, impulsando así un rebote en los índices accionarios.

De acuerdo con la agencia de noticias Xinhua, el viceministro de Seguridad de China, Meng Qingfeng, se reunió con la Comisión Reguladora del Mercado de Valores del gigante asiático para trabajar en investigaciones que, según dijo, permitirán a Pekín “devolver el golpe” contra las actividades ilegales con un “gran puñetazo”.

El órgano regulador, por su parte, afirmó que con esta decisión las autoridades aspiran a “mantener la estabilidad del mercado de valores y proteger los derechos legales de los inversionistas”.

Cualquier violación será “severamente” castigada, publicó la Comisión en su microblog, pero sin especificar ninguna sanción.

Los mercados de capitales de China todavía muestran ganancias en el año, pero han perdido fuerza sus principales impulsores tanto sicológicos como fundamentales, señalaron expertos de CI Banco.

Si bien esperan correcciones adicionales, consideran que los índices chinos ya están cerca de un piso, con un gobierno al que aún le quedan varias alternativas de política para estabilizar su economía.

China es la segunda economía más grande del mundo, sólo detrás de Estados Unidos, y además es el primer exportador e importador global. Para la mayoría de los países de Occidente es su segundo socio comercial, motivo por el cual una economía china dinámica es una buena noticia para el mundo.

La situación del mercado bursátil de China está generando una recomposición de portafolios a nivel global, lo cual es un factor muy importante para el peso, principalmente si esto se ve acompañado de mayor volatilidad y aversión al riesgo sobre mercados emergentes, consideró Juan Carlos Alderete, estratega de Banorte.

Tras vivir el miércoles su peor sesión desde octubre de 2008, el Índice Hang Seng repuntó 3.73% para arrancar hoy en 24 mil 393 unidades.

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