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Un año le bastó a la sudcoreana KIA desde que anunció oficialmente la inversión de mil 500 millones de dólares para instalar una planta de manufactura en México (julio de 2014) hasta que abrió al mismo tiempo, 21 agencias todo el territorio nacional (1 de julio de 2015). La compañía asiática reconoce que el país se ha convertido un punto atractivo para los inversionistas globales , no solo por su posición geográfica, también por las reformas estructurales y la alta calidad que ha alcanzado la mano de obra nacional. Visitamos las oficinas de Horacio Sánchez, director general de KIA Motors México, quien desde su escritorio en el piso 16 de Reforma 250, nos platica de varios temas, desde su incorporación, hace más de 20 año a la industria automotriz, hasta del reto que enfrenta como cabeza de una de las armadoras más importantes del mundo.
¿Cómo afecta la inestabilidad del tipo de cambio a la industria?
—Afecta de dos maneras. México es un país exportador, ese punto de vista, yo creo que los grandes fabricantes aquí en México lo ven de alguna manera, no tan grave, incluso pudieran verlo hasta positivo. Si 80% de algunas producciones son de exportación quizá ellos no estén pasando tan mal rato, quizá hasta estén contentos, pero hay otros fabricantes que son meramente importadores, sin duda ellos deben tener una presión muy, muy fuerte.
¿Y KIA cómo enfrenta esta volatilidad en el tipo de cambio?
En nuestro caso somos meramente importadores, pero no hemos discutido, ni siquiera internamente, la posibilidad de modificar nuestros precios. Vamos a mantener nuestra estrategia de entrada pensando que esto es una nueva inversión en la planta y que a más tarar en junio del año que entra estaremos ya produciendo vehículos aquí en México.
Entonces ustedes están absorbiendo el tema de la valoración del dólar frente al peso?
—Sí, sí, ahorita nosotros estamos absorbiendo todo, no hemos tampoco encontrado que la competencia esté haciendo un ajuste de precios, entonces por el momento aquí internamente estamos tranquilos, estamos observando y no tenemos pensada ninguna modificación.
¿El primer golpe fue el aumento en precio del acero, también superaron esa prueba?
—Sí, hasta donde tengo entendido, el acero se importa de varias lugares del mundo, cada fabricante aquí en México, tiene diferentes proveedurías y el tema del acero no fue que la industria automotriz estuviera en contra de lo que se estaba proponiendo en ese momento, más bien lo que pedía era que se hiciera un análisis a conciencia para detectar realmente cómo está la situación. Sé que hay otros fabricantes que importan acero de Corea, entonces no solamente es el tema de China, hasta donde hemos escuchado en la AMIA, no ha habido grandes movimientos ni preocupaciones por ninguno de los dos temas.
¿Cuál es tu reto de aquí al cierre de año?
—Por supuesto que llegar a nuestra meta de ventas, aunque en ventas nunca es suficiente; nuestra meta inicial era de 7 mil unidades, pero las cosas empezaron muy bien y hemos subido la meta a 9 mil autos, es más retadora. Arrancamos bien y pues ahora tenemos que abrir una cantidad de distribuidores, para el cierre de este año, que nos van a ayudar a alcanzar la meta.
¿Cuál será la estrategia de KIA en cuanto produzca su primer auto en México ?
Claro, también nos estamos preparando para lo que será el inicio de producción y con una meta que será mucho más agresiva, todavía no la compartimos pero sin duda va a ser muy retadora. En noviembre traeremos el sedán Optima y en 2016 fortaleceremos nuestra gama con dos modelos más que pensamos introducir.
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