Son catalogados como irresponsables, rebeldes, intolerantes a la frustración, narcisistas, dependientes e inseguras todas aquellas personas adultas que se niegan a envejecer y están ancladas a la infancia el diagnóstico es puntual, padecen la condición de Peter Pan .

Pamela Espinosa Méndez, paidopsiquiatra de los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud, precisó que las personas que viven con esta condición tienen pasatiempos y actitudes infantiles que permanecen y afectan su vida cotidiana.

La especialista explicó que estas características se presentan en la adolescencia y mientras otros jóvenes buscan despegarse de sus padres y tener independencia, quienes viven bajo la condición de Peter Pan juegan con niños más pequeños que ellos, además de que están muy apegados a sus familiares, incluso, pueden llegar a los 30, 40 o 50 años de edad y continuar viviendo en casa de sus padres.

Son vulnerables a padecerlo, abundó, menores que trabajan desde pequeños y quienes viven con papás sobreprotectores que no los dejan crecer o que tienen personalidad dependiente. Estas personas con frecuencia tienen síntomas de ansiedad y depresión porque no se pueden insertar en la sociedad.

Espinosa Méndez detalló que, en el tema de pareja, las citas son infantiles, pueden asistir a lugares que les gustan a los niños como ir a comer hamburguesas, no tienen dinero para pagar las cuentas, no llegan a formalizar porque no les interesa adquirir un compromiso y, en general, buscan una figura materna o paterna para poder continuar con el estilo de vida al que están acostumbrados.

“Se les complica construir familias y si lo consiguen, logran mantenerla unida por poco tiempo”, comentó la paidopsiquiatra.

Resaltó que con frecuencia son tíos o vecinos quienes notan el comportamiento de los padres. Por ejemplo, les lavan el cabello a sus hijos, aunque ya tengan 11 años de edad, los menores no siguen normas y tienen retrasos escolares.

La condición de Peter Pan , recalcó, es una conducta que se puede corregir, sin embargo, los padres deben colaborar y aceptar que se enfrentan a un problema.

Además se aconseja que los enfermos reciban atención de un psicólogo , a través de terapia cognitiva conductual, para mejorar las actitudes y empatar el comportamiento con la edad que tienen.

También se realizan seminarios de crianza para enseñar a los padres la forma en que deben enseñar a los hijos a ser responsables.

Es importante resaltar que dicho padecimiento aún no es reconocido como síndrome.

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