Miguel Ángel Osorio Chong exige pruebas de los cochupos y las transas expuestas por Javier Duarte, el exgobernador que encerrado, rencoroso y con ánimos de vendetta tuvo, de pronto, un ataque de sinceridad desbordada.

Lo de Duarte, la verdad, parecía una caja china de primero de priato, un tipo que vomitaba complots desde prisión: que Peña Nieto le dio dinero, nunca dijo cuánto, y que ese mismo dinero se lo exigió después Alberto Elías Beltrán como mordida para conmutar su imputación de delincuencia organizada por la mucho más noble asociación delictuosa, librándose así de varios años en la sombra.

Declaraciones escandalosas, manotazos de un narcisista, un comentario de café, el pretexto para un chiste de rateros… Hasta que salió el video.

Ahí está la prueba que exige Chong, no la jurídica, pálida y apta para quien perdió la sangre de las venas, sino la política: el corrupto, egocéntrico y mamón exgobernador (vox populi dixit), se grabó con el fondo de la Laguna de Atitlán, en Guatemala, el 15 de abril de 2017, minutos u horas antes de su captura en el mismo lugar de su captura.

¿Peritaje de videos?, ¡adelante, leguleyos!, pero, francamente, más claro ni el agua: de entrada, la fecha la canta el mismo Duarte, ¿cómo sabía, si no era mediante un “acuerdo”, que sería detenido ese mismo día?

Por otro lado, pensar en un montaje, en un green screen, por decir algo, sería un insulto a la inteligencia de cualquiera, un argumento casi tan ridículo como decir que el que habla no es Duarte sino un animatronic, o ¿será que el video fue grabado en fechas recientes?, ¿sacaron a Duarte, se lo llevaron a Guatemala, lo hicieron gordo de nuevo, le quitaron la barba y lo filmaron?... No parece viable.

El expresidente Peña Nieto está muy ocupado regalando flores a su nueva novia y practicando la sonrisa perfecta para las revistas del corazón, claramente aún tiene mucho que aprender, quizá la única estrategia que habita en su cabeza hoy día sea la que seguiría a un escándalo de infidelidad o algo así, vamos, esas cosas que preocupan a los famosos del jet set, ojalá que no se decante por una mujer más joven porque rayaría en la ilegalidad y no está el horno para bollos… Descartemos, pues, el más leve pío del galán.

¿Quién explicará, entonces, el video de Javier Duarte?, ¿cómo demonios sabía que sería detenido ese mismo día?, ¿pactaron?, ¿de qué tamaño fue el pacto?, ¿cuánto dinero hubo de por medio y para quiénes?, ¿cómo queda la investigación que incluía a policías encubiertos?, ¿era de chocolate el seguimiento y el espionaje y la inteligencia?, ¿la acusación y el proceso de Roberto Borge también es un pacto?, ¿con quién más pactaron?, ¿con El Chapo?, ¿con El Mayo?, ¿con los narcos?, ¿con cuántas mafias? ¿lo de Duarte fue una treta más para tomarle el pelo a los ciudadanos que, de cualquier forma, nunca respetaron?, ¿cuántas tretas más existen?, ¿de verdad que no dirán nada?, ¿que seguirán sintiéndose por arriba de todos?, ¿seguirán fabricando argumentos que solo se creen entre ellos?, ¿dejarán que Javier Duarte, solito, termine con más credibilidad que todo el PRI?...

Neta, el gobierno entero de Peña Nieto fue solo una broma y de las peores.

Hay algo mucho peor… Si realmente hubo un pacto debemos entender que su vigencia se extiende a la Cuarta Transformación, a menos que aquí si aplique la máxima presidencial de que primero la justicia y luego la legalidad.

DE COLOFÓN.- Hablando de argumentos sin sentido, dice la Luz del Mundo que el fiscal contra su Apóstol es un tapatío católico que los mira con desprecio… Como que no les cae el veinte de que Naasón Joaquín tiene videos violando niños, como que no les cae el veinte de lo que significan los 26 cargos en su contra, entre ellos trata y pornografía infantil.

Para ellos, todo se trata de un tapatío católico que les tiene mala entraña.

Deberían releer a los mártires.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses