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La investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa —ocurrida los días 26 y 27 de septiembre de 2014— está incompleta y no se puede dar por cerrada, advirtió el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.

Al presentar un informe preliminar sobre el avance de las investigaciones que realiza la PGR, la CNDH reveló que la dependencia a cargo de Arely Gómez González no ha agotado todas las líneas de investigación planteadas por los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y familiares de las víctimas, además de subrayar que todavía no existe ninguna sentencia definitiva sobre el caso.

El informe denominado Estado de la Investigación del Caso Iguala, elaborado por el ex zar anticrimen, José Larrieta Carrasco, señala que en las indagatorias de la PGR faltan por practicarse al menos ocho peritajes en distintas materias, interrogatorios complementarios y nuevas comparecencias de policías federales y militares que estuvieron destacamentados en Iguala el día de los hechos; así como la identificación plena de todos los implicados, ya que al menos 13 de los involucrados sólo aparecen en las averiguaciones previas por sobrenombres y apodos.

El documento que realizó el actual encargado de la Oficina Especial para el caso Iguala, agrega que se deben agotar todas las líneas de investigación que han surgido a lo largo del año, incluyendo las versiones de que algunos estudiantes han regresado vivos a sus comunidades, los rumores de que podrían estar “autosecuestrados” y la posibilidad de que fueran víctimas de una disputa territorial entre los grupos criminales que operan en esa región : Los Rojos y Guerreros Unidos.

“Vemos la necesidad imperiosa de que también se haga una investigación referente a cómo pudo incidir el grupo del crimen organizado autodenominado Los Rojos, porque ha habido distintas referencias a éste, e incluso que se pudiera dilucidar si la disputa territorial entre ambos grupos criminales tuvo o no injerencia en la desaparición de los estudiantes, detalló José Larrieta.

En lo que se refiere a más comparecencias y declaraciones ministeriales, el ómbudsman nacional advirtió que son necesarios nuevos interrogatorios de la PGR a policías estatales, ministeriales y federales que estuvieron en Iguala y Cocula, Guerrero, el día de los hechos, con el fin de ampliar sus declaraciones vertidas ante el Ministerio Público Federal y también para conocer los actos y órdenes de servicio que se les asignaron los días 26 y 27 de septiembre de 2014.

En el caso de los militares, González Pérez dijo que 38 elementos del Ejército han rendido declaración ministerial ante la PGR, destacando que es indispensable recabar la información de cuatro elementos militares del 27 Batallón de Iguala, Guerrero, los cuales se dedicaban a la recepción de informes sobre el acontecer cotidiano en ese municipio, para precisar la sucesión de hechos que se investigan a raíz del secuestro y desaparición de los normalistas.

Además, la CNDH solicitó a la PGR que programe la comparecencia de tres militares que de forma posterior a la agresión sufrida por los 43 estudiantes acudieron a verificar lo que estaba sucediendo en las calles de Iguala, incluyendo la esquina conformada por Juan N. Álvarez y Periférico, ya que en dicho lugar se dió el secuestro de los estudiantes, quienes después fueron presuntamente entregados al crimen organizado.

Por considerar que pueden aportar más elementos para la investigación, se pide que otros dos elementos del Ejército comparezcan sobre el entorno imperante en Iguala el día de los hechos y otras circunstancias tangenciales relacionadas con la indagatoria. En total, la CNDH estima necesaria la declaración o ampliación de nueve elementos pertenecientes a la milicia.

De igual forma, en el documento que la CNDH entregó a la PGR y a los padres de los normalistas desaparecidos, se pide que los cuatro buzos de la Secretaría de Marina que participaron en la recolección de evidencia en el Río Cocula, comparezcan ante el Ministerio Público Federal, para verificar en qué condiciones recuperaron las bolsas con restos óseos y cenizas que estaban depositadas en una de las riberas de ese afluente.

“Esa diligencia resulta relevante para corroborar o descartar información sobre el segmento de la ‘Ruta de la Desaparición’ que tiene que ver con la incineración y la disipación de los restos de acuerdo a lo sostenido por la versión oficial. Podría contribuir a atender las inquietudes generadas por el Equipo Argentino de Antropología Forense sobre la recuperación de las evidencias”, sostiene el informe de la CNDH.

Respecto a los peritajes que la Comisión considera indispensables para dar más certeza a la investigación, el organismo advierte que la PGR no realizó pruebas de perfil genético en ocho playeras, suéteres y accesorios que presentaban restos de sangre, cabellos y secreciones, ropa que fue recolectada en las inmediaciones de los autobuses que usaban los normalistas para desplazarse el día de los hechos. Dichos análisis servirían para relacionar las prendas con los jóvenes desaparecidos.

Otro peritaje que no aparece en las investigaciones es la prueba de balística forense a los casquillos y cartuchos que se encontraron en el basurero de Cocula, con el fin de confrontarlos con los elementos recuperados en Iguala, tras la agresión a los normalistas que dejó un saldo global de 43 desaparecidos, seis muertos y 33 lesionados, uno de los cuales permanece hospitalizado en estado de coma. El objeto de dicha prueba sería relacionar las armas usadas en ambos eventos.

Por último, la CNDH solicitó a la PGR realizar dictámenes periciales comparativos entre la tierra hallada en el basurero de Cocula y la que estaba contenida en las bolsas con cenizas y restos óseos, recabar indicios biológicos en las patrullas, autobuses y vehículos que se usaron en la desaparición de los normalistas, comparar los restos calcinados hallados en el basurero con otros encontrados en el lugar y elaborar un informe definitivo sobre todo lo encontrado en ambas partes, ya que existen contradicciones entre la presencia de huesos de animales y humanos.

jram

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