Podríamos afirmar que la vida es mental. Es decir, lo que nos afecta no es lo que sucede afuera, sino lo que la mente crea a partir de aquello que nos sucede

¿Qué tal si al abrir el corazón y lamente hacia una nueva forma de ver y comprender, podemos ver un mundo más amplio, profundo y bello?

Lo que llamaba la atención es que Pablo nunca tenía prisa, nunca manifestaba estar pendiente del reloj