En días pasados iniciaron oficialmente las campañas rumbo a las elecciones generales en Canadá donde se votará por los 338 legisladores que integran la Cámara Baja y que serán los responsables de otorgar su confianza al próximo Primer Ministro.

Justin Trudeau, actual Primer Ministro, busca la reelección en un escenario mucho menos amigable que aquel que tuvo durante su primer mandato en 2015. En las elecciones del próximo 21 de octubre, Trudeau enfrenta a cinco candidatos de partidos opositores, el mas fuerte y con mayores posibilidades de arrebatarle el poder es Andrew Scheer del partido conservador.

Las encuestas actualmente siguen dando una mayoría a los liberales y a Trudeau, sin embargo el margen es poco y en algunos casos la distancia entre el primero y el segundo lugar es bastante reducida que incluso se acerca a los márgenes de error. Trudeau enfrenta una reelección difícil luego de diversos escándalos que han ensombrecido su gobierno en los últimos meses, desde acusaciones de corrupción (con la consecuente renuncia de la ahora ex Ministra de Justicia de su gobierno) hasta la revelación de una fotografía de su juventud que ha sido considerada como racista.

Las elecciones canadienses son relevantes para nuestro país dado que la ratificación del T-MEC siguen aún pendiente de ser procesada por el parlamento canadiense. Aún cuando en México el tratado ya fue ratificado por el Senado mexicano, ni Estados Unidos ni Canadá lo han hecho y se antoja difícil que lo hagan pronto pues ambos países se encuentran enfrascados en política interna.

Vale la pena señalar que, en el caso de Canadá, el proceso electoral inicia con la disolución del Parlamento con el fin de que los legisladores puedan acudir a sus distritos a buscar el voto de sus representados con el fin de ser reelectos. Por tanto, hoy por hoy, la ratificación no está en las prioridades de nuestro vecino del norte.

Hasta donde se pondría en riesgo la ratificación del Tratado en el caso de que Trudeau perdiera el poder es una creciente preocupación en nuestro país. Sin embargo, las posibilidades de no ratificarlo son realmente pocas; recordemos que Scheer y su partido fueron especialmente duros con Trudeau durante el proceso negociador incluso señalando que el tratado era peor para los canadienses que el antiguo NAFTA.

A pesar de todo, la reapertura del tratado sería un escenario muy poco probable aún para los conservadores, con todo y sus argumentos sobre la “humillación” que sufrieron frente al gobierno de Donald Trump y las concesiones que tuvo que hacer Canadá en áreas particularmente sensibles. El proceso de reapertura tendría más costos políticos que beneficios. De ahí las declaraciones de Scheer con respecto al tratado.

Y por supuesto, en caso de que Trudeau sea el que resulte el ganador y resulte reelecto, la ratificación tiene mucho más posibilidades de lograrse pues se trataría del mismo gobierno que negoció el tratado, aunque bajo circunstancias un tanto distintas a las vividas hace dos años. Gane quien gane, hay pocas dudas de que el T-MEC (o CAMUS como se le conoce en Canadá) logre su ratificación, la clave será ver cuándo.

Twitter: @solange_  

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