Timothy Snyder es un historiador de formación intelectual envidiable. En Oxford tuvo la oportunidad de cultivar una relación con Isaiah Berlin y Leszek Kolawoski. Su director de tesis fue Timothy Garton Ash y, posteriormente en Estados Unidos, ya como profesor en la Universidad de Yale, Snyder escribió un libro con Tony Judt. Difícil andar en compañías de más alto calibre. Snyder ha publicado varias obras, entre ellas, el bestseller mundial Sobre la tiranía y El camino hacia la no libertad, un gran libro donde reflexiona, entre otras cosas, sobre la guerra en Ucrania y los propagandistas de Putin en Occidente. Con todo, en estos días circula en librerías mexicanas su producción más reciente, On Freedom (Sobre la libertad). Hace muchos años que un libro no me resultaba tan estimulante en tantos sentidos. El libro es un texto filosófico sobre diferentes aproximaciones al concepto de libertad, pero también un ensayo histórico acerca de la política internacional contemporánea. De igual manera, una reflexión sobre los conflictos entre las grandes potencias, los desafíos de la inteligencia artificial y un análisis crítico del trumpismo. Todo lo anterior acompañado de teorizaciones sobre estos temas a partir de la obra de Simone Weil y Vaclav Havel. Por último, una denuncia de las crecientes pulsiones fascistas en Estados Unidos y las mentiras difundidas por propagandistas en redes sociales.
El libro está lleno de provocaciones. Al liberalismo actual, anquilosado en debates de hace cuarenta años, le obliga a pensar en los asuntos del presente y el futuro. Snyder discute con Berlin el concepto de libertad procurando adecuarlo a nuestro tiempo, analiza el cambio climático (tema que el liberalismo actual evade o incluso niega) y, de paso, advierte del uso excesivo de las pantallas digitales, con los riesgos que implican para el derecho a la privacidad. A la izquierda, Snyder la interpela para que abandone debates identitarios estériles, ponga de lado las expresiones ridículas del wokeísmo, y mejor se dedique a restaurar la viabilidad financiera del Estado de Bienestar en el siglo XXI. La capacidad de Snyder para polemizar en este libro ha sido elogiada por figuras tan disímbolas como Thomas Piketty o Anne Applebaum. Como buen estadounidense, procura traer a cuento el pensamiento de los Padres Fundadores de su patria, con la finalidad de demostrar que los conceptos de libertad, república o democracia, han ido cambiando a través del tiempo. Por tanto, así como los padres fundadores se inspiraron en Grecia y Roma clásicas, también ampliaron sus conceptos políticos para nutrirlos de las exigencias de su propio tiempo. Así también, Snyder propone no endiosar figuras e instituciones del pasado para tomar de ellas lo que sirva y mejorar lo que haga falta. La prioridad teórica de Snyder es que dejemos de ver la libertad exclusivamente como ausencia de poder estatal (limitar el gobierno) al estilo del viejo debate entre libertad positiva y negativa. Snyder prefiere que enfaticemos la libertad para, en especial la libertad para prosperar y construir un futuro donde quepamos todos. Para ello propone asociar el concepto de libertad con el de movilidad, debido a su experiencia como profesor de presos en cárceles de alta seguridad. Un preso no puede cambiar su residencia y en consecuencia, no puede optar por una vida diferente. Ahí se nota la libertad según Snyder.
Por eso le resulta indispensable que los ciudadanos dispongan de un seguro médico de cobertura universal independientemente de sus cambios de empleo y residencia, a fin de garantizar la estabilidad de la clase media. Un pensador que combina lo mejor de la tradición liberal con lo más rico de la socialdemócrata, todo ello adornado con ilustrativos ejemplos históricos y literarios. Una lectura esencial para el debate mexicano.