La participación de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en la cumbre del G7 reviste una importancia singular. Sostendrá reuniones bilaterales con los líderes de Canadá, India, Alemania y el Consejo Europeo, y tendrá la oportunidad de intercambiar impresiones y construir agendas comunes con los mandatarios de Italia, Francia, Reino Unido, Japón y otros países invitados como Corea del Sur, Brasil, Sudáfrica, Australia, Emiratos Árabes Unidos y Ucrania.
La presidenta de México llega al G7 con un respaldo amplio y legítimo del pueblo, el reconocimiento de diversos mandatarios y la fraternidad de la comunidad internacional. Si bien el escenario global está marcado por tensiones geopolíticas, la cumbre representa una excelente oportunidad para fortalecer el papel de México como actor responsable y propositivo en el concierto de las naciones.
En este marco, la presidenta tendrá oportunidad de intervenir en la cumbre con una agenda propia, que apunta a una nueva visión sobre los procesos de globalización. Esta postura sienta las bases para la próxima reunión trilateral en el marco de la revisión del T-MEC, así como para impulsar una estrategia comercial a partir del llamado Plan México.
México tiene mucho que aportar a los temas prioritarios del G7, tanto en los que se han discutido previamente —como la migración irregular y el tráfico ilícito de personas—, como en aquellos donde hay amplios consensos internacionales: seguridad energética, inteligencia artificial, economía digital, desarrollo sostenible y combate a la pobreza.
En ese sentido, destaca la reunión que sostuvo la presidenta con empresarios canadienses en Calgary, Alberta, donde presentó el Plan México como una estrategia para atraer inversión extranjera. Este encuentro fortalece la política económica nacional y despierta el interés de nuevos capitales que buscan certeza jurídica y sostenibilidad.
Asimismo, la propuesta de realizar una cumbre internacional contra la pobreza no solo es oportuna, sino fundamental. De concretarse, fortalecerá el liderazgo de la doctora Claudia Sheinbaum y posicionará a México como una nación comprometida con las causas globales y los derechos humanos.
La política exterior de México atraviesa por una etapa dinámica, en la que se prioriza la construcción de puentes de interlocución para mantener y fortalecer la cooperación con Estados Unidos, Canadá y el resto de las naciones. Contamos con una economía sólida, una democracia robusta y un renovado pacto social que ofrece certeza a la inversión y confianza en el futuro.
La visión que hoy propone México parte del principio de prosperidad compartida, impulsando relaciones internacionales centradas en la cooperación. Por ello, el bienestar de los pueblos es la base para construir un nuevo orden global más justo, equitativo y humano.
Activista social
@larapaola1