In memoriam Ruth Baden Ginsburg (1933-2020)



 

Ruth Baden Ginsburg no sólo destacó y será recordada por su gran activismo y defensa de los derechos civiles, particularmente en derechos de las mujeres, sino que muchas materias, como la propiedad intelectual, se vieron beneficiadas por su trayectoria y sobretodo por su paso y legado como ministra de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos (SCOTUS, por sus siglas en inglés).


Su fallecimiento no pasó inadvertido, su gran labor como activista y juzgadora le valieron que la noticia traspasara fronteras; notas, artículos, programas especiales, siguen circulando y transmitiéndose en todo tipo de medios desde los especializados en temas jurídicos, de Derechos Humanos, de igualdad de género, hasta publicaciones tecnológicas y de internet, pasando por varias del mundo del entretenimiento, en las cuales se ha llegado a decir que Hollywood extrañará a su jueza favorita, y no precisamente por haber permitido llevar su vida a la pantalla o haber inspirado personajes de series, sino por haber sido la voz más pro derechos de autor de la SCOTUS.

La ministra influyó y abonó en el sistema de propiedad intelectual no sólo de Estados Unidos, sino del mundo entero. Si bien casos de marcas y de patentes contaron con sus asertivas y progresistas posturas, algunas de ellas incluso apartándose del criterio mayoritario, es en el terreno de los derechos de autor donde se concentra su legado al haber analizado, opinado y sentenciado casos, algunos de ellos con la participación de las grandes empresas del entretenimiento y directores de cine de la talla de Scorsese, que han contribuido, y seguirán contribuyendo, al fortalecimiento del sistema. Así como en materia de igualdad de género, Ruth Baden fue considerada férrea defensora de los derechos de autor, dotando a éstos de una mayor y más duradera protección; en el que pudiese considerarse su caso bandera, la juzgadora sostuvo la constitucionalidad de la extensión de protección de dichos derechos en su país por 20 años.

En materia de propiedad intelectual, Ruth Baden se despidió (julio de 2020) al resolver un asunto relevante por dos importantes y particulares motivos: De forma, al haber sido el primero en la historia de la SCOTUS en sesionarse, debido a la sana distancia, por teléfono; y de fondo, por haber revertido la negativa de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos a registrar la marca booking.com por considerarla genérica. La ministra votó con la mayoría al considerar que la marca en su totalidad, incluyendo el .com, es registrable al ser reconocida por una muy buena parte del público consumidor como tal, es decir, como una marca. Este caso sin duda beneficiará a muchas marcas del e-commerce en su intento de registro.

La ausencia de Ruth Baden impacta nuestra materia, pues si bien su arduo trabajo será inspiración e insumo de sentencias futuras, su asertividad, articulación, lo incisivo de sus cuestionamientos y lo elocuente de sus argumentos serán echados de menos.

No vayamos tan lejos, su ausencia será notoria el próximo 7 de octubre que se sesione Google v. Oracle, considerado como “el caso” de derechos de autor del primer cuarto del siglo XXI. De igual manera se le extrañará cuando la SCOTUS decida atraer o no un caso que involucra a Led Zeppelin y la famosa canción Stairway to Heaven.

Ruth Baden deja un gran legado en propiedad intelectual, en sus argumentos, opiniones, sentencias y votos en contra, los cuales serán recogidos por sus pares alrededor del mundo y por especialistas y estudiosos de la materia, empezando por su hija Jane, profesora de propiedad intelectual y directora del Centro de Derecho, Medios de Comunicación y Arte de la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia.

Descanse en paz.


@MA_Margain

Google News

TEMAS RELACIONADOS