La generación de empleo formal en 2019 fue una de las más bajas en los últimos años; además, las expectativas para este 2020 no son muy alentadoras debido a la desaceleración de la economía mexicana. Esta situación genera un círculo vicioso, ya que al no crearse los suficientes empleos para las personas que se integran a la fuerza laboral, éstas pueden terminar en la informalidad, subempleo o, en el peor de los casos, en el desempleo, agudizando los problemas de inequidad en nuestra sociedad.

Esto, a su vez se traduce en una menor recaudación fiscal para las finanzas públicas. Ante este panorama, es necesario reflexionar cómo se puede revertir esta tendencia. Un nuevo año es una oportunidad para fijarse metas. Es posible considerar que uno de los principales objetivos tanto para el gobierno como para la iniciativa privada, debiera ser reactivar la economía para poder generar más empleos.

La principal palanca para ello es la inversión; por tanto, en este año, que inició hace algunas semanas, sería muy importante que los esfuerzos del gobierno se enfocasen en estrategias que fomenten una mayor inversión productiva que derive en más y mejores empleos. Aun frente a un escenario de desaceleración económica global, hay oportunidades que podrían contribuir al crecimiento de la economía mexicana si se capitalizan adecuadamente.

Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China representan una oportunidad para México para atraer a las empresas que buscan diversificar el riesgo chino.

Para ello, se requiere una visión y estrategias ambiciosas para posicionar al país como destino privilegiado para la inversión en cadenas globales de producción.

De igual forma, el impulso al emprendimiento cobra especial relevancia para ofrecer mejores oportunidades de empleo, particularmente a los jóvenes.

Algunas propuestas en ese sentido son impulsar las incubadoras de negocios en las instituciones de educación superior, facilitar el acceso al capital semilla, brindar más y mejores cursos de capacitación en emprendimiento y otorgar incentivos fiscales.

México tiene una población joven y creativa que puede ser un motor importante para generar nuevas fuentes de empleo, si se le brinda el apoyo adecuado.

Por otra parte, también es importante analizar las nuevas tendencias en empleabilidad para ver cómo se pueden aprovechar de la mejor forma, pues el sector laboral se ha vuelto cada vez más dinámico con los avances tecnológicos. Con la digitalización, la figura de los freelancer o trabajadores independientes ha registrado un auge importante y se ha convertido en una fuente de trabajo para más mexicanos.

La economía colaborativa, por ejemplo, abre un amplio abanico de posibilidades de empleo, que puede ayudar a contrarrestar la debilidad del mercado laboral.

Si bien estos puestos de trabajo implican cierto nivel de incertidumbre salarial, representan una alternativa real para complementar con otras ocupaciones y generar mayores ingresos o pueden ser una opción de empleo temporal mientras se accede a un trabajo formal. Sin embargo, para aprovechar estos nuevos modelos, se necesita una regulación moderna y más flexible, la cual incentive la innovación y que al mismo tiempo proteja el interés de los trabajadores, tomando en cuenta las particularidades de cada esquema.

Un ingrediente crucial para crear más empleos en este 2020 sería la colaboración y confianza entre el sector público y privado, que parta del entendimiento de que los objetivos que buscan ambos convergen en la misión de trabajar por un México con desarrollo y equidad.

Rectora de UVM Campus Santa Fe
En la foto: Generar empleo puede ser uno de los objetivos clave para 2020. ARCHIVO EL UNIVERSAL

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