Es la silly season más movida de los últimos años. Es la crueldad de un deporte que igual te encumbra como te hunde, en donde lo peor se oculta, pero todos lo saben. Más que nunca, el apodo de Alberca de Pirañas aflora en su máxima expresión. La venganza de Fernando Alonso a Alpine fue macabra, certera, quirúrgica.

El Nano no tuvo piedad, asestó un golpe que en Alpine no vieron venir. El último día de julio, todavía en Hungría, todo el mundo daba por sentado que Alonso renovaría con la escudería francesa. El lunes, el primer día del summer break, vino el anuncio: El español correría 2023, pero con Aston Martin.

A las pocas horas, Alpine anunció que Oscar Piastri , el campeón de F3 y F2, ocuparía el asiento de Alonso, pero el propio australiano desmintió la noticia. ¿Por qué un piloto no aceptaría un asiento así? ¡Por otro asiento! Se habla de que McLaren le habría ofrecido ser el relevo de su paisano Daniel Ricciardo.

¿Por qué Alonso haría tal cosa, si con el equipo francés tenía un vinculo estrecho? El asturiano, muchas veces, se quejó del poco respeto que le tenían al interior del equipo; en la pista, pasó lo mismo: Esteban Ocon le peleó y hasta le cerraba los accesos.

También, el privilegio en actualizaciones con el monoplaza le llegó tarde y, sobre todo, la falta de certeza en su renovación, fueron las claves para irse a otro equipo. El salario influyó, pero no fue el motivador básico.

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Cuando Vettel anunció su retiro, Lawrence Stroll —principal accionista de Aston Martin— le habló a Alonso, le dijo que lo quería en el equipo, pero tenía que darle el sí ya. La escudería británica le habría mejorado el salario: De 18 millones de euros que ganaba en Alpine, cobraría ahora 20.

Del año de contrato con posibilidad, si rendía, a otro más, pero en Aston Martin le aseguran tres, con la cláusula de que —si no le convence lo que ve— puede irse. Lo que quería Fernando era asegurar su futuro. A los 41 años de edad, abrir la puerta a los 44 sería histórico.

La maniobra fue letal, polémica, discutible en cuanto a su ética y ha abierto un pleito legal que promete traernos muchas peleas entre los abogados de Alpine con Piastri, Ricciardo con McLaren y puede extenderse a otros equipos, como Alpha Tauri, donde Pierre Gasly —otro francés— tendría la posibilidad de pedir su salida si Alpine lo busca. Haas, también con Mick Schumacher, quien podría entrar en esto, así que prepárase para lo que viene, porque la silly season apenas está empezando.

@LEAdeportess

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