Se fue de este mundo el 22 de julio de 2006 en Houston por culpa de un cáncer pancreático con el que luchó por años en los que fue, primero, contador público y luego productor, escritor, actor y director de cine mexicano. Su carrera en el cine nacional la inició como productor de la cinta de Luis Buñuel, Viridiana (1961), protagonizada por la que fue su esposa, Silvia Pinal. El éxito lo llevó a rodar dos cintas buñuelianas más: El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1965)

De ahí, como la canción, se le hizo fácil dejar su profesión de hombre de negocios para dedicarse al cine en una curiosa acepción bizarra desde el documental, hasta el thriller totonaca, pasando por una curiosa gama de títulos de verdadera alarma para los amantes del psicotrónico mexicano, en donde figuran títulos documentales como Los adelantados, sobre la paga por adelantado de los henequeneros y su miseria campesina y la cinta de culto-denuncia sobre la estafa maestra urbana de finales de los años 60 y principios de los 70: Q.R.R. (quien resulte responsable) sobre los primeros pobladores de Ciudad Neza.

Alatriste mismo producía, filmaba, actuaba, se dirigía a sí mismo y manufacturaba el producto terminado, para terminar exhibiéndolo en su cadena de salas cinematográficas. No tuvo tiempo para pensar en el VHS, ni en el DVD, porque no fueron sus tiempos pero, la mayoría de sus películas (no todas), terminaron en ese formato.

Tenía buen gusto por la belleza de sus mujeres: primero Silvia Pinal y al final Ariadna Welter, y en medio, Sonia Infante,

En el libro de Raúl Criollo y Rubén Sano, Psicotrónico indómito: el cine bizarro mexicano, de próxima aparición, gracias al miedo que le tuvo la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM. En el volumen, Alatriste y su cine son revalorizados para la posteridad, ya que no cualquiera se hubiera atrevido a producir y dirigir cosas como La combi asesina, atribuida a, dicen que Alberto Mariscal (de la que, por cierto, Diego Manrique, de El País, pregunta si en verdad existe un título a sí en el cine mexicano).

Alatriste satiriza y se burla de su momento con ejemplos como Victorino (Las calles no se siembran), Entre violetas, En la cuerda del hambre, México, México, ra, ra, ra, La grilla.

Cosa aparte es Aquel famoso Remington, en su versión original de cuatro horas y media, basada libremente en el famoso gatillero de los años 30 (dicen que primo de María Félix), que se alquilaba entre los grandes jerarcas políticos para eliminar a gente importante.

La sobreviviente del reinado de Alatriste, Sonia Infante, ganó hace nueve años una demanda millonaria a las hijas del don: Gabriela y Linda y demostrando, de paso, que nadie sabe para quién acaba filmando.

pepenavar60@gmail.com

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