La documentalista Emma Cooper, basándose en el hilo conductor: el extenso libro Goodes, de Anthony Summers y el increíble acervo que este posee del más perdurable de los íconos estadounidenses: Marilyn Monroe, traza una investigación (más que una biografía) basándose en docenas de casetes con personajes que, de alguna manera, fueron cercanas a la mitológica actriz.

Protagonistas de toda índole: compañeros de cine, directores, peinadoras, maquillistas; representantes, políticos, artistas, familiares y amigos, entre otros tantos, delinean un perfil de la diosa, que todos amaban y que murió en circunstancias extrañas.

El ganador del premio Pulitzer, se mete literalmente en la vida de Marilyn, para que el documental adquiera tintes de thriller dantesco con personajes siniestros y condenables como los peligrosos hermanos Kennedy: JFK y Robert que sostuvieron relaciones con la Monroe.

Periféricamente aparecen el FBI, el poderoso líder de los camioneros, Jimmy Hoffa (que odiaba a los Kennedy y quería verlos muertos, cosa que luego pasó), investigadores privados, agencias gubernamentales y voces de último minuto en las vidas secretas que tuvo Marilyn.

El documental, que explora la leyenda desde la perspectiva de los audios de los personajes más cercanos a su círculo, en realidad no ofrece nada nuevo más que el sentido común, luego de las lecturas de infinidad de libros. Se extrañan, eso sí, libros como Últimas sesiones con Marilyn, escrito por Michael Schneider, que pudieron ser claves con las revelaciones de su siquiatra, Ralph Greenson, que tomó nota de todo lo que revelaba en el diván.

Diversos tonos de periodismo amarillo se compaginan en esta especie de documental reflexivo sobre la muerte de la que tuvo en cama al beisbolista Joe DiMaggio y al escritor Arthur Miller, y que a su vez fue despachada por los muy abusivos hermanos Kennedy.

No hay lo que se dice algo verdaderamente nuevo en las tan sobadas teorías de la conspiración, que tuvieron que ver con la muerte de la diva, pero sí da una cierta certeza en algunas cuestiones que rodearon su prematura muerte.

Muchos hechos ya eran conocidos en algunos otros documentales no tan rimbombantes por el estatus de sus personajes, sólo que aquí están bajo, digamos, una óptica más profesional.

¿Qué la orilló hacia la muerte? Eso parece quedar claro como si fuera un asunto de seguridad nacional por las conversaciones grabadas (y luego borradas) en la casa del actor y parte del Rat Pack, Peter Lawford, que solapaba a los hermanos Kennedy donde se reunían secretamente con Marilyn. De tales encuentros sólo existe una evidencia fotográfica.

Tiempo después, estos fueron respectivamente liquidados en extrañas conspiraciones de poder para expiar sus culpas, en donde todo mundo parece haberse confabulado: La Mafia, Hoffa, el poder político, las agencias de inteligencia, los petroleros y algunas más que pensaban que Marilyn, la mujer, la estrella y el ícono, eran un peligro. El documental está disponible en Netflix.

pepenavar60@gmail.com

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