Nunca se va a estar de acuerdo, más que parcialmente, sobre cuáles son las mejores series de televisión de viejos y nuevos tiempos televisivos que, por fortuna, se han vuelto a instalar con mejor suerte en las nuevas plataformas de entretenimiento.

Algunas se han desmarcado de los que ya apuntan a ser formatos obsoletos como el DVD que, por increíble que parezca, ocupan ya “mucho espacio” por sus cajas o empaques en presentaciones normales o de luxe.

El único valor que tienen son sus presentaciones nostálgicas de tiempos digitales pasados, si se cuentan con los reproductores adecuados que han sufrido cambios drásticos, aunque no tan definitivos. De los ya afligidos VHS y Beta, se pasó al Laser-Disc, de efímero reinado y luego al sufrido Blu-ray. Sin embargo, a los acumuladores profesionales de objetos físicos no les cae aún el veinte en eso de adaptarse a los catálogos monstruo de viejas y nuevas compañías por la vía del streaming.

En ese sentido, uno puede tener casi todas las series televisivas que en su momento reinaron el colectivo mundial, por la inacabable barbarie de géneros que formaron a muchos televidentes de culto. Los rankings de las mejores series no importan tanto, más que para los estudiosos del fenómeno que nunca van a estar de acuerdo, más que si se ajustan a sus gustos y preferencias. De listas que pretenden ser totalizadoras, se pasa al gusto personal, con ciertos apoyos y recomendaciones críticas.

Así, muchos podrán estar de acuerdo o no, si es que hay puntos de coincidencia en series que han influido por contenidos, como por propuestas diversas. Sin embargo, las que se deben ver, Emmy, Globos de Oro u otros premios de por medio, son: The wire, Los Simpson, 24, Breaking bad, The twighlight zone, Outher limits, Los Sopranos, True Detective; las primeras temporadas de The walking dead, hasta que perdieron la chaveta; The X Files, Twin Peaks, las tres de Fargo; Homeland, Chernobyl, Narcos, House of cards, CSI, Mindhunter, Two and a half men, Carnivale, South Park, Fringe, Black mirror y The shield, Alfred Hitchcock presenta, Mad men y House.

Las que bien podrían evitarse como la peste, en mi opinión personal, son: Stranger things (copia muy manoseada de todos los clichés del horror), Modern family, la inenarrable Seinfeld, las sobrevaloradas Game of thrones, Friends y Vikings; Frasier, Californication, Grey’s Anatomy (ya por favor, que les manden un misil), Cheers, las de cantantes como Luis Miguel, José José, Selena y Juanga; Downton Abbey, los insufribles 171 episodios de Falsa identidad y otras que se acercan peligrosamente como la de Vicente Chente Fernández.

No es nada personal aunque, ya se sabe, siempre habrá un roto, para un descocido.

pepenavar60@gmail.com

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