Ha tenido que morir Phil Spector para los que ahora se lamentan de no haber sabido en su momento lo que fue el muro del sonido, del que fue inventor.

En su lista de clientes aparecen resentidos como Paul McCartney, que fue con todo para borrar su talento en la concreción sónica del Let it be, hasta los Ramones, a los que les dio la oportunidad de otras resonancias en el Fin de la centuria.

NEIL Young y Bob Dylan quieren que su dinero cotice en la bolsa de valores. Por eso el primero, mediante el pago de 150 millones de dólares, ha vendido a Hipgnosis Songs Found editorialmente la mitad de su producción musical. El segundo, consiguió 300, pagados por Universal Music. A ambos músicos ya les tiene sin cuidado el vaivén de las plataformas de streaming.

SALVO casos excepcionales en formatos físicos o digitales, ni Spotify se salva de las investigaciones sobre acuerdos muy sospechosos que efectúan las disqueras grandes, para quedarse con la mayor tajada del pastel. Los artistas creen erróneamente que ganan bien, mientras que los que viven del streaming dominan requetebién, como prestidigitadores de imitaciones, plagios y sampleos, dentro del marco de la ilegalidad.

EN el estira y afloja de nuestro rock mexicano en lo referente a la cotización en la producción e importación de vinilos, Sony borra por mucho, a Universal Music y Warner. Dando por descontado ediciones para coleccionistas en CD como las de los Dug Dugs; la de The Spiders, Enigma y Pájaro Alberto, Tex Tex, el Mastuerzo y otros. Los LP de Cuca, Jumbo, La Barranca, o tirajes insólitos como todos los de La Maldita, o el Panteón Rococó, son un lujo, hasta en el precio.

SIRVIENTES y “asesores históricos” del Rompan todo, de Gustavo Santaolalla, ya no saben dónde ocultar la cabeza por sus metidas de pata. Lo que ha dado lugar a la revalorización del rock mexicano con programas de entrevistas clave como Buscando el rock (más de 270 entrevistas), de Ricardo Rico; Detrás de rock, de Juan Carlos Boca Negra, El rock no tiene la culpa, de Mikel Hernández, o el documental En la periferia.

EL glam neoyorquino, representado en ambigüedad por los añorados New York Dolls, pierde a su emblemático guitarrista Sylvain Sylvain por cáncer. Por eso ya sólo queda una muñeca original, David Johansen.

Los nostálgicos que extrañan a los Dolls pueden ver lo que eran en vinil, la serie de Scorsese y Jagger, que sólo llegó a una temporada.

Hasta aquí el rock de casos de la vida surreal.

pepenavar60@gmail.com

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