A 51 años de haberse estrenado Let it be, el testamento beatle, que incluye el cerrojazo de toda una época en la azotea del Apple Building con la legendaria “Get back”, aparecerá cuando a la pandemia le dé la gana calmarse, una nueva versión, contraria al enfoque de Michael Linsday-Hogg.

A la nueva adaptación, le metió mano Peter “El Señor de los anillos” Jackson.

Utilizando más de 50 horas de pietaje inédito, en donde The Beatles (por el primer tráiler oficial que se ha filtrado en YouTube), se sienten y se ven sobreactuados, complacientes y falsos, en un lugar, el estudio de grabación, donde las apariencias engañan, a pesar de George Martin.

Fans y fundamentalistas del cuarteto se tendrán que explicar por qué se coló tanta gente, aparte de esposas, hechiceras y familiares.

Tanta cordialidad, humor y camaradería beatle parecen entrar con calzador.

La “bóveda celeste”, donde afirman los que saben que ahí, reposa lo inimaginable beatle, se ha abierto a una actualización de lo pretencioso.

Los que hayan visto en cine o en video Let it be, tendrán la sensación de estar viendo una especie de rockumental alterno que, en breve, será verdad absoluta.

De la misma manera que los primeros arrebatos gore con mucho humor negro del realizador neozelandés: Bad taste (1987) o Braindead (1992), pasando por la insurrecta comedia adulta de marionetas Meet The Feebles (1989) y la tentativa de thriller fantasmal de The Frighteners (1996) son nada, si se comparan con el boom de las sagas de El Señor de los anillos y El Hobbit.

Ahí sí que se forró, y lo que le falta ahora con Get back.

Por eso, el beatle vivo más listo, Paul McCartney, le dio luz verde a Jackson para maniobrar con mucho metraje “casi” desconocido.

Lo que se ha visto hasta ahora (unos cinco minutos) no es un tráiler sino un montaje de momentos arreglados, literalmente, de otra manera.

La tensión de Let it be es ahora el festival de la franqueza, la familiaridad, las guasas en el estudio y toda la “sinceridad” beatle.

Bueno, Yoko y Linda McCarney parecen hasta hermanas del alma en un ambiente “padrísimo” de grabación del icónico álbum de despedida de los genios de Liverpool.

Saltitos de felicidad colosal, risas, bromas y un humor muy inglés a mansalva.

Todo y más, “nada forzado” con la complicidad financiera de Disney, que lo tendrá en sus activos financieros —pandemia mediante— a partir del mes de agosto.

Ojalá y no se pase de esa fecha, clama El Maca, para que ya no tenga que vender sus ediciones especiales de vinil, que están en el rango de los tres, a los 60 mil pesos, para que le alcance para vivir.

pepenavar60@gmail.com

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